A través de diferentes tipos de arte como el muralismo y el graffiti, los artistas latinoamericanos expresan la voz de las minorías que, muchas veces, no son escuchadas por otras vías. Así lo cuentan en Asegúrate de Vivir.
A través del arte podemos expresar ideas, experiencias, sensaciones, percepciones y emociones. El arte es una forma de expresión para los humanos. Es todo aquello que por naturaleza creamos a partir de nuestros ideales, dándoles un sentido y manifestando nuestras visiones sobre el mundo, dejando un testimonio de nuestras percepciones, tendencias, locuras y certezas. Dejando al pasar pedazos de nuestra cultura y de nuestra identidad. ¿Qué se esconde de la cultura detrás del arte en América Latina?
La cultura es definida como el conjunto de tradiciones, costumbres, convicciones, ideologías, pensamientos y formas de abordar el mundo que identifican a un grupo social. Es también un encuentro entre la memoria y el presente en cambio permanente. Por eso, el arte tiene un rol central en la expresión de voces culturales que de otra forma no serían registradas. A través de distintos materiales y técnicas, el arte abre una gran puerta para que las minorías en Latinoamérica afiancen y visibilicen su identidad en un mundo cada vez más hiperconectado, incierto y volátil.
En el arte convergen múltiples expresiones de las comunidades y se consolidan procesos de transformación. El arte es un mundo que, despertando la sensibilidad humana, invita a valorar la diversidad, a divulgarla y a crear continuamente. En Seguros SURA, el cuidado de la calidad de vida y el desarrollo integral de los individuos y las comunidades son parte esencial del propósito, y el impulso de la cultura y las artes es un compromiso imprescindible dentro de la gestión empresarial.
Nuevas expresiones
Entre las tantas formas de expresión artística se encuentra el muralismo, que busca hacer al arte público, al alcance de todos, embelleciendo, al mismo tiempo, el entorno. Se cree que el muralismo le habla al pueblo, buscando que sus obras sean vistas, apreciadas y cuestionadas por cualquier persona.
Gris Álvarez, artista colombiano y referente de la escena del grafiti latinoamericano, cree que el arte urbano, o Street Art, es en la actualidad una forma de expresión muy poderosa para llegar a la gente. Porque no es necesario tener a los espectadores en un espacio cerrado u obligarlos a que lo compren para que puedan disfrutarlo.
“El arte urbano es más libre, deja que todos puedan verlo independientemente de si les gusta o no”, explica el muralista oriundo de Bogotá y agrega: “Mi arte está afuera en las calles, donde la gente lo puede ver y disfrutar. Cada individuo es libre de pensar lo que quiera frente a algo que está en la calle. Para mí eso es lo importante”.
Desde 1972, Seguros SURA contribuyó a dar visibilidad a las expresiones del arte popular, colaborando en la conservación de obras que son patrimonio cultural y en la divulgación de expresiones del arte moderno, y configurando una colección de arte, hoy considerada una de las más representativas de Latinoamérica. Ésta, cuenta con más de 651 obras colombianas y más de 377 obras mexicanas, entre ellas esculturas y pinturas de consagrados artistas latinoamericanos, recogiendo así más de cien años de historia en diferentes estilos artísticos.
“Mi obra transmite vida. Busco transmitir el poder y la alegría de los latinoamericanos y la biodiversidad del espacio en donde vivimos. Percibimos los colores más fuertes por la luz que recibimos por estar en la línea ecuatorial”, comparte Gris.
Para Gris, el arte es una herramienta de identificación para las minorías, pero también para distintos grupos sociales no necesariamente minoritarios, en Latinoamérica. “Debido a la precariedad de nuestro contexto, el arte adquiere un rol de expresión y de ayuda importante. Aunque sigue siendo menospreciado por muchos, objetivamente sirve para representar a grupos de gente”, explica.
Tradiciones de vanguardia
Nicolás Oyuela comparte el punto de vista de Gris. Para el artista plástico argentino, el arte es una de las tantas maneras en donde las culturas se expresan, y puede funcionar como una forma de preservar cultura, innegablemente. ”Las comunidades tehuelches ya no existen, pero sí están los objetos que dejaron”, reflexiona Oyuela.
“Todo el arte tiene un mensaje social, independientemente de que algunas personas lo entiendan y otras no. El arte termina siendo la forma de expresar las inquietudes del mundo a través de expresiones humanas. En Latinoamérica, el mensaje social va muy ligado a la marginalidad, pobreza, violencia e inequidad, entonces lo percibimos de una forma mucho más fuerte.
En el caso de Colombia, el mensaje social tiene mucho que ver con el conflicto armado, el narcotráfico y la corrupción”, declara Gris y concluye que “toda forma de arte es poderosa en sí y su mensaje cambiará según el enfoque y el uso que se le dé, pero también según la interpretación contextual y subjetiva que haga aquel que lo vea”.
En definitiva, el arte funciona como una herramienta de expresión social y emocional que se convierte en un registro del ritmo de la historia latinoamericana. En el arte convergen múltiples expresiones de las comunidades que contribuyen al fortalecimiento y desarrollo de las distintas sociedades latinoamericanas.
El rol del arte urbano
Entre los múltiples y diversos roles que puede tener el arte, destaca la forma en que este permite habitar la ciudad y sus espacios de formas diferentes. Así piensa Pablo Mejía, quien forma parte de Deúniti, una organización que hace intervenciones en el espacio público. “El arte le da a la ciudad un carácter más personalizado y menos institucional, a la vez que enriquece las conversaciones que se presentan en el espacio público”, introduce.
La misión de este espacio es cumplir con un propósito: conectar personas, contextos y territorios. “Es un propósito que alcanzamos en mayor o menor medida dependiendo del proyecto del que hablemos, aunque siempre es el arte la herramienta que nos permite intentarlo”, dice Mejía.
“No sabemos si conectar contextos, personas y territorios sea un poder del arte; lo que sí sabemos con certeza es que en muchos de nuestros proyectos hemos logrado generar vínculos entre experiencias y realidades, entre personas y lugares”, agrega el artista. Desde su mirada, “estas conexiones han ayudado a entablar conversaciones que llevan a la comprensión de gustos, hábitos y emociones en los contextos y territorios más distantes y disímiles”.
Desde Deúniti explican que su trabajo siempre es colectivo y, tal vez, por eso tiene características muy variadas sobre todo desde el punto de vista estético. “Podríamos decir que es un trabajo que encuentra su principal motivación en la relación con el otro y con su contexto. Tanto con el transeúnte casual como con el amigo o conocido que sigue nuestra obra; lo que queremos es dar pie a una conversación”, cierra Mejía.
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