El comercio electrónico crece en la región a pasos agigantados y demanda el desarrollo de herramientas que optimicen la entrega de una compra online. Tal como evidenció el reciente informe de Tendencias de Competitividad de SURA, la pandemia por el Covid-19 y las medidas de confinamiento instauradas para evitar su expansión hicieron que muchas marcas replantearan su modelo de distribución, en miras de que su producto o servicio llegue de manera mucho más rápida a manos del consumidor final.
Así, hubo una proliferación de plataformas de venta directa que plantean una relación más cercana con los usuarios. En ese marco, la tecnología se convierte en una aliada competitiva para las empresas.
La cantidad creciente de productos y servicios disponibles en el mercado hace que el diferencial en la relación que establecen las marcas con sus clientes se dé mediante el desarrollo de experiencias personalizadas. Parte de esta experiencia es el momento de entrega del producto, instancia también conocida como última milla, donde se destacan algunos aspectos como la celeridad, la confianza y la sustentabilidad.
Suavizar las fricciones en las compras digitales
Hernán Giraldo, Director de Negocio de Movilidad en Seguros SURA, destacó que no se puede hablar de nuevas tendencias sin tener en cuenta la movilidad empresarial, que es “la búsqueda de la empresa por ser más eficiente, tener mayor calidad o mayor oportunidad en la gestión de la cadena de abastecimiento o logística de entrega”. En dicho universo, se tienen en cuenta los diversos modos de movilidad: un camión, una naviera, un avión, una motocicleta, una bicicleta, patineta eléctrica o el medio que se emplee.
Una vez superados los problemas de envíos que involucran movimientos robustos, como pueden ser los envíos internacionales o entre ciudades, aparece la última milla, que se caracteriza por la utilización de vehículos ultralivianos, sustentables, de tendencia, y que son aquellos que hacen que una persona lleve a otra, en un trayecto muy corto y dentro de una urbe, el producto final.“La Pyme que no considera la última milla como un factor fundamental de su estrategia de negocio está en el paradigma equivocado porque el consumidor no quiere que exista fricción con el producto que compró. Ese es el trasfondo”, remarcó Giraldo.
Teniendo en cuenta ello, el tracking resulta fundamental para crear confianza en la compra, ya que un punto fundamental que los consumidores digitales valoran es la información: “Saber en todo momento el estado de su compra, conocer en tiempo y espacio en qué condiciones está, ya que las personas que consumen de esta manera necesitan estar enterados e informados”.
Otro punto a tener en cuenta es la manera del pago, agregó Giraldo, porque todos los canales que las empresas van habilitando deben responder a las múltiples necesidades de los usuarios: pagar de la manera más sencilla posible, enteramente digital e incluso tener la opción de pagar a contra entrega para aquellos que recién se están iniciando en este tipo de compras.
Uno de las últimas piezas estrella que ganan terreno en la última milla son los denominados casilleros inteligentes o smart lockers, cuyo objetivo principal es disminuir la cantidad de viajes que se realizan para efectuar las entregas a domicilio.
Estos se ubican en puntos estratégicos que operan con horarios extendidos, como centros comerciales o supermercados, y tienen la plusvalía de reducir el impacto en el ambiente que producen los medios de transporte. Se trata de una alternativa que pone en foco la comodidad del cliente, sin contacto entre personas e impulsa el comercio sustentable.
Casos de éxitos
Una de las plataformas que revolucionó el negocio de la última milla es Treggo, que “ofrece tarifas de envíos hasta un 50% más económicas que las soluciones logísticas tradicionales, con un tiempo promedio de entrega de 5,2 horas -tiempo desde que retira la orden preparada y es entregada- y visibilidad en tiempo real de todo el proceso de entrega, tanto para el vendedor como para el comprador”, según explicó uno de sus fundadores, Matías Lonardi.
La empresa opera en Argentina, Uruguay, México y Colombia, y su modelo de negocio consiste en “obtener una comisión entre el valor del envío que les cobramos a nuestros clientes (tiendas online/ e-commerce) por realizar la entrega con Treggo y lo que nosotros les pagamos a nuestros repartidores/ proveedores logísticos aliados”.
Otra gran apuesta tecnológica es Pick It, la empresa argentina que desembarcó en Colombia y que, tras analizar los intentos fallidos de entrega como ausencias en los domicilios, robos o devoluciones, brinda a los clientes la oportunidad de elegir un punto conveniente para retirar el producto que se adquirió de manera online.
La red de locales desde donde retirar las compras online está compuesta por todo tipo de comercios, desde pinturerías y maxiquioscos hasta cafeterías, librerías, gimnasios y tiendas de ropa. Pickit ofrece la posibilidad de adherirse al sistema y ganar dinero por cada paquete entregado. De la misma manera, la plataforma tiene habilitados puntos cercanos de devolución para garantizar la misma simplicidad de la compra.
Otra de sus características es que las entregas se realizan en menos de 24 horas y ofrece Drop off, para que los pequeños vendedores puedan despachar sus ventas en un punto. Sus principales clientes son Mercadolibre, Linio, Nespresso, Natura, Avon, Crocs, Logitech, Havaianas, Asics, Oriflame y Broxel.
La entrega de los productos a los consumidores representa un problema en toda la industria, por lo que las empresas del sector se están uniendo para desarrollar una solución óptima y de costo eficiente. Seguros SURA colabora para darle visibilidad a las tecnologías y nuevas tendencias que toman cada vez más protagonismo en la región.