El manejo del dinero y todo lo que está relacionado a él es un tema para conversar antes de formalizar una relación. Tener claridad y establecer reglas transparentes son las mejores opciones para evitar inconvenientes que afecten la convivencia de pareja en el futuro.
Manejar el dinero en pareja es una prueba de fuego para cualquier relación. La comunicación resulta ser el antídoto perfecto para evitar cualquier inconveniente relacionado con este tema. “Conversar sobre cuánto gana el otro y cuánto aporta para la casa es un tema que a la mayoría le causa malestar”, dice la psicóloga María Elena López.
De hecho, el dinero es “el último gran tabú del matrimonio” según la psicóloga Corrine Sweet, autora del libro ‘Stop Fighting About Money’, afirmando que para las parejas es más fácil hablar de sexo que de dinero.
Para Jacquette Timmons, autora del libro ‘Intimidad financiera: cómo crear una relación saludable con su dinero y su pareja’, con éste se pueden hacer cuatro cosas: ganarlo, ahorrarlo, invertirlo o gastarlo. Y recomienda a las parejas conciliar el manejo de sus finanzas personales. Los expertos, entre ellos Timmons, sugieren que en este tema siempre se hable en plural y no en singular; es más fácil negociar cuando se habla de “nosotros” que cuando se habla de “tú” o “yo”.
El tema es más preocupante cuando sólo uno de de los dos trabaja y el otro asume responsabilidades en la crianza de los hijos y el hogar; ahí, más que nunca, prima el “nosotros”, porque el dinero está relacionado, culturalmente, con el poder y el control y si no hay claridades al respecto jugará en contra de los intereses de la relación.
La Magíster en psicología clínica y de familia, Sandra Guzmán Rincón, recomienda que, “para las parejas es importante establecer un espacio de conversación y comprender que el hecho de no generar un aporte monetario al hogar, no significa que las acciones de cuidado y dedicación que se llevan a cabo dentro de este no son vitales y también requieren de reconocimiento emocional”.
Además, agrega, que no se puede generar un círculo vicioso de maltrato cuando existe esta dependencia económica: “el círculo vicioso se da cuando la dependencia económica se plantea como una imposición, en la cual quien tiene el dinero tiene el poder, entonces la integridad de la relación se quiebra, ya que se establece una dinámica de autoridad, que no es propia dentro de una relación de pareja”.
4 tips para gestionar de mejor manera la dependencia económica en pareja:
- Reconocerse como iguales, entender que los dos, independientemente del rol que desempeñen en la relación, son importantes y su aporte es vital para el crecimiento personal y de pareja, es clave para llevar un vida tranquila y sin sobresaltos, como lo explica el terapeuta Ricarte Cortez.
- Plantearse objetivos financieros a largo plazo, aunque hay que tener siempre los pies en la tierra y saber que no siempre se podrán cumplir, recomienda el psicólogo José Antonio García.
- Para evitar malos ratos en este sentido y como ya lo hemos visto, la principal acción es la comunicación, conversar el tema antes de tomar cualquier decisión a futuro y ser honestos frente a las expectativas que se tienen de manera individual y que éstas concilien con los planes en familia.
- Conocer el perfil de su pareja, es decir, identificar quién es el ahorrador y quién es el que gasta más, “ninguno de los perfiles es malo, siempre y cuando no se haga en extremo. Se podría creer que ahorrar es uno de los mejores hábitos financieros, pero cuando no se quiere gastar dinero en nada y no se tiene un propósito claro de ahorro, es en vano y puede llegar a ser tan perjudicial como el malgasto”, explica la experta en temas financieros Ana Santillana.
Los temas económicos son temas sensibles en varios escenarios y la vida en pareja no es ajena a ello, por eso, la psicóloga uruguaya, Andrea Coppola, recomienda tener “la posibilidad de generar espacios de diálogo e intercambio, conduce hacia el camino saludable en todos los sentidos. Compartir las verdades de la historia de la economía y el trabajo, fortalece las relaciones humanas y permite transitar la vida sobre una base de confianza, honestidad, resiliencia y aprendizajes”.
Fuentes bibliográficas: