Las tecnologías hacen parte de las herramientas más usadas de trabajo en la actualidad; especialmente las de telecomunicaciones que además utilizamos para disfrutar momentos de ocio y esparcimiento por lo que estamos pasando la mayor parte de nuestro tiempo conectados a dispositivos y por eso se hace necesario diferenciar cuáles actividades están ligadas a nuestra actividad profesional y cuales a nuestro tiempo libre. Diferenciarlas y organizarnos potenciará nuestra productividad y el descanso merecido.
La productividad laboral es, según La Organización Internacional del Trabajo (OIT), “una medida de la eficiencia de las personas, las empresas, los gobiernos y las economías en el uso de los recursos para producir bienes y servicios, a fin de maximizar los beneficios económicos, durante un período determinado”. Garantizar ganancias económicas es tan importante para las personas como el espacio de descanso u ocio.
Cuando dedicamos tiempo a las actividades que nos gustan, en horario no laboral, nuestra mente descansa y nuestro ser vuelve a conectarse con nuestra propia realización personal, actualizando el sentido de nuestra vida, es decir, el para qué hacemos las cosas: trabajar, estudiar o ser productivos. Cuando sacamos este tiempo para nosotros mismos, recargamos energía y potenciamos la resolución de problemas y desafíos con ideas nuevas y energía renovada que nos servirá en nuestras tareas laborales.
Dice la página especializada en salud mental psicopedia.org: en “la actualidad denominamos ocio, a toda diversión o acción de reposo, pero no entendiendo el ocio como un tiempo “muerto” en el que no hacemos nada, si no el hecho de realizar actividades que generan bienestar”. Lograr equilibrar las actividades diarias como el trabajo, la familia y las actividades recreativas, deportivas o artísticas mantienen nuestra salud mental, aumenta nuestro interés y estado de ánimo beneficiando nuestro desempeño laboral o profesional.
Aprovechar el tiempo libre, en nuestro propio bienestar, es una de las formas que tenemos para aumentar la productividad laboral, ya que “esta aumenta cuando se eleva el valor agregado mediante la mejora del uso, la coordinación y demás de todos los factores de producción. El valor agregado puede aumentar cuando el trabajo se realiza con mayor inteligencia, esfuerzo o velocidad, o con mejores competencias” asegura la OIT.
Cuando distribuimos nuestro tiempo, hacemos conciencia de nuestros actos y equilibramos nuestras acciones nos aseguramos de vivir con mayor rendimiento profesional y también en los momentos destinados a compartir, por ejemplo, con nuestra familia. Con la asesoría de expertos y especialistas de seguros SURA podemos planificar nuestras acciones y desarrollar nuestra vida de la forma más acorde a nuestro ser ya que nosotros mismos somos el elemento más importante para mover el mundo.