Durante gran parte del Siglo XX predominó una concepción política en América Latina que separaba al Estado del mercado. Si bien hay países donde la desconfianza entre ambos sectores aún existe, en las últimas décadas la región se unió a la tendencia global de colaboración y alianzas público-privadas.
“Las alianzas o asociaciones público-privadas son mecanismos que permiten vincular capital privado para la construcción de infraestructura, prestaciones de servicios y, en general, responder por labores que normalmente eran de interés exclusivamente público”, explica Andrés Rave, Director regional de soluciones para empresas en SURA. “No son solo un mecanismo de financiación y ejecución de proyectos que se han mostrado más efectivo en muchos casos, sino también un mecanismo natural de cooperación y alineación entre objetivos públicos y grandes corporaciones”, continúa.
Según un informe llevado a cabo por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre el tema, en los últimos años ha habido una tendencia a formalizar estructuras de diálogo entre el sector público y el privado en la región. “En muchos casos, permiten llegar a ciertos consensos o entendimientos que contribuyen a impulsar políticas a más largo plazo, a fortalecer los gobiernos y, en ocasiones, a avanzar en la definición estratégica del desarrollo”, destacan desde el organismo.
En esa línea, Rave suma que “la cooperación entre el sector público y privado y la construcción de una agenda común de mediano y largo plazo ha mostrado ser bastante efectiva para resolver problemáticas de infraestructura y servicios en donde exclusivamente el sector privado se ha mostrado bastante ineficiente”. “Estas alianzas aceleran y en cierta medida facilitan la financiación, además de dar garantías en la ejecución de grandes proyectos”, reflexiona el experto de SURA.
Ejemplos de alianzas público-privadas en la región
Actualmente existen alianzas público-privadas en América Latina que abordan a los distintos sectores productivos. Sin embargo, un foco que suele predominar es el incentivo a las PyMEs.
“Estas empresas hacen parte del tejido social que rodea a las grandes corporaciones, en donde este tipo de iniciativas vincula de manera directa o indirecta un gran número de pequeñas empresas en su desarrollo”, señala Rave. Y completa: “Por otro lado, la colaboración entre recursos del gobierno y la efectividad del sector privado para abordar problemáticas de los empresarios ha acelerado iniciativas de formación, estructuración y financiación de proyectos”.
Expertos de Asegúrate de Vivir de SURA muestran un ejemplo de esta labor. “Se estima que para el 2025 habrá más de 149 millones de puestos de trabajo disponibles en áreas vinculadas a la tecnología”, destacan. Y agregan: “En busca de fomentar y ser parte de su capacitación, el sector privado y público se une a través de diversas alianzas y acuerdos que facilitan el acceso a los conocimientos y las herramientas fundamentales para destacarse. Es el caso de Microsoft y la provincia argentina de Mendoza que, con el apoyo de la fundación Tomás Alva Edison, promueven el aprendizaje y desarrollo de habilidades técnicas y digitales entre los más jóvenes de dicha región”.
Otro ejemplo es México, donde desde el 2012 existe la Ley de Asociaciones Público Privadas. “Son esquemas de inversión de largo plazo, que tienen por objeto la prestación de servicios al sector público con base en el desarrollo de infraestructura que construye y opera el sector privado”, explican desde el gobierno. “Un elemento central en los proyectos APP es una óptima distribución de riesgos entre los sectores público y privado, con el fin de lograr que el costo del proyecto sea inferior al de una obra pública tradicional”, continúan.
En la ciudad brasileña de San Pablo, donde viven más de 12 millones de personas, había un gran problema con la gestión de parques públicos. “Por eso, el Ayuntamiento decidió asociarse con un socio privado para mejorar, mantener y operar seis parques, incluyendo el de Ibirapuera, el más importante, icónico y uno de los más grandes de la ciudad”, describe el Banco Internacional de Desarrollo (BID) en un informe que analiza esa alianza.
“Este caso es relevante por su innovación y por ser el primer proyecto de acuerdo APP de parques públicos urbanos, llevado a cabo por un gobierno municipal en Brasil y en toda la región de América Latina y el Caribe”, aseguran desde el BID. Además, la institución brindó al país un crédito de USD 20 millones para “promover nuevos modelos de inversión privada en infraestructura que mejoren la calidad de los servicios, optimizar el impacto socioambiental de las inversiones y respaldar el crecimiento y la productividad”.
El aporte de SURA
Al ser Director regional de soluciones para empresas en SURA, Andrés Rave participa del programa de Empresas SURA. “Empresas SURA y su iniciativa de acompañamiento al proceso de internacionalización y expansión de las PYME, ha desarrollado un modelo colaborativo entre entidades públicas que fomentan la colaboración comercial entre países”, describe Rave.
Según indica, “este programa implica a la red de expertos en comercio internacional de SURA y los más de 1.2 millones de clientes empresas que tiene SURA en toda LATAM”. “Se busca mostrarles a los empresarios las oportunidades de mercado en otros países, la facilidades y mecanismos para acceder a beneficios y facilitar el intercambio comercial”, subraya al respecto.
Para finalizar, Rave afirma que “SURA tiene el objetivo de conectar a las empresas con expertos y clientes en toda la región, para demostrarles que ser una Multilatina no es ya una opción exclusiva de las grandes corporaciones”.