Hay una forma más completa al reciclaje que podemos adquirir como hábito si trascendemos nuestra manera de consumo y el destino al que vayamos a dirigir los elementos que componen las envolturas o los artículos mismos que no deseamos usar más; pero que todavía sirven si empezamos a ver que todo se transforma y que podemos ser partícipes de una economía circular.
Cambiar, actualizar o potenciar nuestros hábitos nos permiten mejorar las oportunidades resilientes de nuestro planeta. Según expertos sobre el Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU), “las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad”. Pero se predice que la temperatura global alcance o supere los 1,5 °C o más de calentamiento en los próximos 20 años.
Aún así podemos mitigar el deterioro planetario al hacer conciencia de nuestras maneras de actuar y al descubrir que no basta con reciclar, aunque sigue siendo importante, ya que al analizar cada elemento que utilizamos, desde el empaque hasta el final de la vida útil de nuestros accesorios, nos permitirá de manera conjunta controlar el impacto ambiental que ocasionamos y obtener ganancias.
Pasar de una economía lineal basada en extraer, refinar, producir, ensamblar y desechar a una cadena que elimine la necesidad de llegar al final de los componentes y permitir que cada pieza, objeto o producto pueda volver al ciclo empezando por refinar para ser parte de uno nuevo, con piezas ya existentes o reparando reducimos la extracción y generación de gases contaminantes procurando, eso sí, que sus materiales se mantienen dentro de la economía todo lo que sea posible y ganar además un valor adicional.
La economía circular no se centra exclusivamente en la producción, sino que se trata de todo un estilo de vida y de consumo “que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende”, sugiere la Unión Europea.
Cada uno de nosotros podemos ganar al proteger nuestro hábitat al asumir una responsabilidad más consciente con el medio ambiente y conocer los beneficios que la economía circular tiene para nosotros. Con seguros SURA y su área especializada en medio ambiente, Geociencias, podemos aprender más para concientizarnos frente al impacto ambiental que ocasionamos en nuestro planeta y de todas aquellas acciones que podemos realizar para su cuidado.