Las aceleradoras como un motor de las startups con propósitos de impacto social
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Las aceleradoras como un motor de las startups con impacto social

25 agosto 2022 Sé relevante

El crecimiento de las marcas ya no se define únicamente por un tema económico. Las métricas ambientales y sociales que impactan en la vida de las personas de forma positiva son ahora elementos esenciales. De esta forma, nacen empresas con diversos propósitos de impacto social. Las ganancias son importantes, pero también la huella que éstas dejan en el mundo.

Esto hace que los grupos de interés como empleados, clientes e inversores exijan a las organizaciones reconsiderar su visión del planeta, buscando que la contribución de los proyectos apunte a un propósito más amplio y, de esa forma, poder evaluar la viabilidad de las empresas.

La transparencia juega un rol clave y es a través de ella que se construyen los lazos de confianza entre personas y empresas que buscan mecanismos que ofrezcan seguridad y tranquilidad. Poder contar con información clara y saber quién tiene acceso a los datos y cómo se utilizarán es fundamental en esa relación entre ambos actores.

Según datos de CB Insigths, los emprendedores emergentes de la región lograron recaudar USD 20,000 millones en 2021, casi cuatro veces más que el año anterior. Esto se traduce como una gran oportunidad para las startups con propósito, en una región que puede encontrar en iniciativas privadas algunas respuestas que no son satisfechas por los gobiernos u organismos públicos.

Andrés Rave, Director regional de soluciones para empresas de Seguros SURA, enfatiza que “ahora la empresas B se plantean más como una visión de negocio que entiende sus consumidores, cada vez más conscientes, y que demandan y valoran atributos como el impacto social y ambiental detrás de cualquier bien o servicio”.

Las startups actuales están inmersas en un mundo económico hiperconectado, donde los avances en la tecnología facilitan esas interacciones globales, impulsando al empresario a pensar globalmente desde el principio. Nuevas empresas y negocios encuentran capital de riesgo y otros fondos cuando hacen las conexiones correctas en eventos globales.

Según explican expertos de Asegúrate de Vivir, en estos tiempos, tener una visión global es una necesidad para gestionar e identificar los cambios en el entorno, y permite una anticipación en la administración y toma de decisiones. La diversidad cultural a la cual nos exponemos lleva al reto de ser innovadores, resistentes y evitar ser un clon del mercado.

“En el mundo de hoy se necesitan habilidades diferentes a las que se requerían hace solo veinte años para hacer global una nueva empresa. Las claves son pensar globalmente desde el principio y ser rápido al respecto”, ahondan los especialistas. 

Aceleradoras del hoy para transformar el futuro

Gabriela Ruggeri, Managing Partner de Kamay Ventures, explica que las empresas deben tener claro el para qué y por qué hacen lo que hacen. “Para esto, deben ser consecuentes entre su discurso y sus acciones desde el propósito; cuando lo tienen claro pasa a estar en la cultura de la compañía”, subraya.

Desde su óptica, es muy importante que las empresas tengan la flexibilidad suficiente para incorporar las tecnologías y el talento adecuado que les permita cumplir con ese propósito que tiene la organización en su nacimiento. Todo debe estar alineado en la pregunta “¿qué es lo que le quieren dejar al mundo?”, cierra Ruggeri.

 

Gonzalo Santos, Gerente General en SURA Argentina, sostiene que “el propósito es el que moldea el modelo de negocio”, y que éste debe estar a la par de la transformación y cambios de hábitos que se observan hoy en los consumidores. “Hoy las tendencias van más relacionadas con los consumidores que apuestan a un mundo de largo plazo, con propósito, y eso hace que los productos que vendemos se vayan adaptando a las nuevas realidades de quienes compran”, insiste el experto.

Por su parte, Daniel Tricarico, fundador y CEO de Impact Latam, explica que “es un gran momento para emprender con impacto desde la región”. Para el empresario, hay una creciente industria del venture capital, iniciativas gubernamentales, privadas, de ONG, mucho talento emprendedor y políticas públicas que poco a poco van entendiendo que el emprendimiento debe ser la prioridad para el desarrollo de la región.

Sin embargo, si bien hay terreno firme por delante, aún queda mucho por recorrer. El informe del Global Impact Investment Network (GIIN) de 2020 indica que el tamaño del mercado de inversión de impacto global estimado es de USD 715,000 millones. Sin embargo, los fondos basados en América latina representan solo el 4% de las inversiones totales. 

 

 

Martín Vázquez, CEO y fundador de Qualia Eyewer, startup que produce anteojos 100% reciclados, da su visión acerca del ecosistema de innovación y emprendimiento con impacto en América Latina. “Latinoamérica es una región en la que abundan oportunidades y necesidades”, dice el emprendedor.

“Siempre se destacó por su talento en el área de recursos humanos. Creo que el desafío más grande que hoy tiene la región es aprovechar y retener esos recursos para integrarse a los diferentes mercados internacionales, ofreciendo un mayor valor agregado al mundo”, complementa Vásquez. 

Para el referente de la startup, “las tecnologías deben ser aprovechadas y utilizadas en pos de resolver las cuestiones ambientales y sociales que enfrenta nuestra región y el mundo en general”, y agrega que “así como existen las categorías Agtech, Foodtech, Biotech, Edtech; pronto empezaremos a hablar de Impactech”.

“Sí como existen las categorías Agtech, Foodtech, Biotech, Edtech; pronto empezaremos a hablar de Impactech

Juan Ignacio Zaffora, Regional Startup Manager de EIT Food, empresa cuyo propósito es construir un futuro en donde el alimento sea sano, sustentable y al alcance de todos, resume el rol que puede tener una aceleradora en los inicios de una startup con impacto social.

“Son necesarios ecosistemas de emprendimientos con relaciones firmes e interrelaciones positivas, potentes para que los proyectos se desarrollen correctamente y alcancen su máximo potencial. Y ese ecosistema se construye con plataformas regionales que acorten distancias y eliminen barreras. Impactlatam es un gran canalizador de este ecosistema, junto con muchos otros agentes que lo están haciendo y esas son muy buenas noticias para el desarrollo de la región”, precisa Zaffora.

Cada vez más países de la región tienen el objetivo de responsabilizarse por su impacto ambiental.  Esto hace que en la región de América Latina y el Cariba haya más de 700 empresas con Certificado B (varias de ellas también reconocidas como “Best for the World”). 

Debido a las formas de consumo, las nuevas tecnologías y la conciencia ambiental a nivel global, desde Seguros SURA entendemos que las empresas se han visto a prueba: cambiar su modelo de negocios y propuesta para alinearse con las nuevas demandas socioambientales.