Energía, bosques y plásticos serán tres temas claves este año en la región en materia de cuidado del Medio Ambiente para la salud de las personas y el planeta. Las cifras de las problemáticas y la oportunidad de solucionarlas.
El objetivo de lograr un modelo de desarrollo inclusivo y que cuide el Medio Ambiente es una de las prioridades del mundo post-pandemia. Naciones Unidas, Cepal, OCDE, junto con una gran variedad de organizaciones ambientales y sociales, coinciden en que las pujas de poder político y económico, sumados a la transformación digital, están modificando la forma tradicional de proteger el Medio Ambiente. Pero, a la vez, encuentran oportunidades únicas por el compromiso ciudadano.
Las acciones humanas y el crecimiento poblacional junto con el aumento en el consumo han traído grandes beneficios para las personas a través de los años, pero a su vez han contribuido a un deterioro progresivo del ecosistema perjudicando la salud de las personas, los animales y a los ecosistemas, representando un riesgo inminente para la supervivencia del ser humano.
“Esto ha hecho que los países, las personas y diferentes instituciones cambien la forma de aproximarse a la naturaleza, pasando de verla únicamente como proveedora de productos y servicios a percibirla como sistema de soporte a la vida”, comparten desde el equipo de Observación Regional de SURA Seguros.
Así es como la naturaleza, según los observadores expertos, empieza a ser considerada como “actor viviente sujeto de derechos” y goza con “la protección y el respeto por parte del Estado y de los ciudadanos para asegurar su existencia, restauración, mantenimiento, regeneración y la protección de riquezas culturales”.
De cara a este escenario y con miras a perfilar un mejor futuro para las nuevas generaciones, se necesitan políticas y acciones fundamentadas en la visión holística que implica el desarrollo sostenible.
A continuación, 3 grandes desafíos que deberá afrontar la región en 2022 y los años venideros para mejorar colaborar con la descarbonización y el cuidado del medioambiente.
1) Reconversión energética
Según Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el sector energético renovable es un poderoso motor de crecimiento, generación de empleo e innovación. Indicó que la región tiene todas las condiciones para convertirse en un hub global de energía con gran potencial en hidrógeno verde, mencionando particularmente a la Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Costa Rica y México
En los últimos años, el sector ha registrado una tasa de crecimiento robusta. Según datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), América Latina y Caribe poseen un 25% de renovables en la composición de su matriz primaria de energía. Un 59% de la generación de electricidad proviene de fuentes renovables y su ambición es alcanzar el 70% antes del 2030.
La demanda en aumento y un crecimiento más que notable en la capacidad de generación, junto al dominio de las energías eólica y solar para satisfacer esa necesidad, son tres de los factores que transformarán el sector durante las próximas tres décadas, de acuerdo al último New Energy Outlook de Bloomberg, que prevé que, a mediados de siglo, la capacidad instalada total de la región se duplique a más de 1TW y la generación sin carbono alcance el 82%.
“Varios países tienen ventajas para incursionar en este mercado porque sus matrices eléctricas son relativamente limpias o están en vías de descarbonizarse. Pero para aprovecharlas deben solventarse algunos escollos que podrían llegar a ser una barrera que dificulta el despegue de esta industria: formalizar al H2 (hidrógeno) en el marco político, institucional y legal, incluirlo en las agendas públicas y dar espacio y apoyar al sector privado, construir una agenda regional y aprovechar sinergias para aumentar la competitividad”, enfatizó Bárcena.
2) Conservación de los bosques
En una de las últimas ediciones de “El estado de los bosques del mundo” (SOFO, por sus siglas en inglés), se deja en claro la necesidad de tomar medidas urgentes para salvaguardar la biodiversidad de los bosques del mundo, en medio de unas tasas alarmantes de deforestación y degradación forestal. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) asegura que la crisis del Coronavirus puso de relieve la importancia de conservar y utilizar de manera sostenible los recursos naturales, reconociendo que la salud de las personas está vinculada a la salud de los ecosistemas.
Según el informe de SOFO, los bosques contienen 60.000 especies diferentes de árboles, el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos de la Tierra. Por su parte, la FAO afirma que América del Sur perdió 2.6 millones de hectáreas de bosque cada año en el período 2010-2020, la segunda tasa más alta del mundo (después de África). Pero hay cifras más prometedoras. Aunque se produzca deforestación en algunas zonas, en otras se están estableciendo nuevos bosques. La mayor parte de los bosques en áreas protegidas se encuentra en América del Sur (el 31%).
“Los planes de gestión sostenible a largo plazo son cruciales para reducir la deforestación y aumentar la protección forestal y los servicios que proporcionan los ecosistemas, además de guiar prácticas de restauración con consideraciones sociales, económicas y ambientales”, dijo Pieter Lierop, Oficial Forestal de la FAO para América Latina y El Caribe.
3) Desechos plásticos
De acuerdo con un estudio de las Naciones Unidas, América Latina y el Caribe pasará de producir 541,000 toneladas de residuos al día -esto significa un kilogramo por habitante-, a cerca de 670,000 toneladas cada día en 2050. Actualmente, del total de residuos que se generan en la región, 145,000 toneladas terminan en basureros a cielo abierto cada día, y 17,000 de estas toneladas, corresponden a residuos plásticos de un solo uso.
Así lo explicó Gabriel Quijandría Acosta, Ministro del Ambiente de Perú, durante el evento “Visiones regionales de un acuerdo global para combatir la basura marina y la contaminación por plásticos”, organizado por el Ministerio del Ambiente de Perú con apoyo de WWF; con el fin de discutir la pertinencia de negociar un acuerdo global legalmente vinculante que establezca directrices comunes para que los Estados puedan hacer frente a la crisis de contaminación por este material. Es una crisis que no reconoce fronteras y afecta bienes públicos de carácter global como los océanos: a ellos llegan 8 millones de toneladas de residuos cada año.
Por otro lado, una reciente investigación de GAIA (Alianza Global de la que forma parte Taller Ecologista) revela el acelerado aumento de envíos de basura plástica a América Latina. En 2020, en plena pandemia, las exportaciones de residuos plásticos desde Estados Unidos hacia algunos países de América Latina aumentaron en más del 100%. A escala mundial, existe una creciente preocupación sobre el envío de residuos plásticos desde potencias, como Estados Unidos, hacia naciones pobres con débiles legislaciones y controles.
Estados Unidos exportó 44,173 toneladas de desechos plásticos a 15 países latinoamericanos, entre enero y agosto de 2020, lo que significó el envío de por lo menos 35 contenedores diarios a la región con estos residuos. Esto ocurre en medio de un creciente rechazo mundial al comercio transfronterizo de desechos plásticos por su impacto en los países receptores, generalmente en vías de desarrollo.
De esta manera, desde Asegúrate de Vivir, te resumimos los grandes retos con el Medio Ambiente que tendrá el mundo este año buscando aportar de alguna manera a la generación de la salud a las personas y al planeta.