Como lo señala Bill Gates en su libro ‘How to avoid a climate disaster‘, la mejor innovación para combatir el efecto invernadero es el hidrógeno verde o e-Hydrogen. El hidrógeno verde es el pilar de la energía limpia del futuro. Los países latinoamericanos lo saben.
La degradación medioambiental no solo ha generado cambios en los ecosistemas y afectaciones en la vida de las personas, también ha generado la movilización de diversos sectores e iniciativas entorno a la regulación y autorregulación del consumo de recursos naturales y la producción consciente. Las energías limpias se presentan como una solución viable para producir energía sin contaminar, intentando dejar atrás los efectos desastrosos actuales de la carbonización.
En estos se busca desarrollar la producción del hidrógeno verde a un nuevo nivel para reducir las emisiones y garantizar el bienestar planetario. Este artículo presenta un repaso por los megaproyectos más importantes de la región.
Hidrógeno verde y descarbonización
Según la BBC, el hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo y tiene tres veces más energía que la gasolina, con la diferencia que es una fuente de energía limpia porque libera agua en forma de vapor sin producir dióxido de carbono. De usarse, esto permitiría ahorrar 830 millones de toneladas que la carbonización produce, como sostiene la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La tecnología usada para extraerlo está en desarrollo, ya que conlleva grandes desafíos. En primer lugar, el costo de producción es alto y es un combustible altamente inflamable, lo que implica desafíos en cuanto a transporte y almacenamiento seguro.
Sin embargo, son más las ventajas que las desventajas ya que es completamente sostenible, su uso es versátil y puede usar los mismos canales e infraestructuras del gas. A futuro puede tener grandes impactos, entre los cuales se encuentran generar electricidad y agua potable, almacenar energía durante largos periodos de tiempo y la posibilidad de descarbonizar medios de transporte pesados como la aviación o el marítimo.
Elizabeth Cardona, Gerente de Geociencias en SURA, comenta que las ventajas de la descarbonización mediante la implementación del hidrógeno verde son muchas.
“No genera gases de efecto invernadero cuando la fuente de energía usada para obtener el hidrógeno proviene de fuentes renovables, es un combustible muy eficiente de alto poder calorífico, no ocupa grandes extensiones de tierra, no es tóxico ni corrosivo, tiene aplicación en diferentes industrias, puede servir como sistema de almacenamiento de energía estacional para ser utilizado según la demanda requerida, el único residuo que genera es agua y puede transportarse a través de tanques”, refuerza Cardona.
¿Qué se está haciendo en la región?
Chile fue el primer país de la región en establecer una Estrategia Nacional de Hidrogeno Verde, cuyo propósito es el de producir 25 GW de H2V al 2030, a un precio de 1,5 dólares por kilo, para consolidarse como exportador global de esta forma de energía (Energía Estratégica, 2021). Actualmente, cuenta con trece pipelines, la mayor cantidad de proyectos en la región, además del interés de compañías multinacionales.
Dentro de sus políticas energéticas, Colombia creó la Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde, en donde los objetivos de producción buscan vender el combustible ecológico a precios competitivos y con posibilidades de exportación hacia Asia y Europa. Además, se dará inició durante este año a tres proyectos energéticos y se están evaluando trece adicionales, cuya ejecución sería a corto plazo y sus usos estarían relacionados con el transporte, la industria y la generación eléctrica, entre otros. También, se creó la Asociación Colombiana de Hidrógeno.
Paraguay es otro de los países de la región con grandes avances en el tema, ya que lanzaron programas piloto en Villa Elisa, Ciudad del Este y Encarnación, con una inversión aproximada de diez mil millones de dólares. Uruguay está en la etapa de estudios preliminares sobre potencialidad de producción, está en negociaciones con países europeos y desde el ámbito gubernamental, la Administración Nacional de Combustibles Alcohol y Pórtland (ANCAP) se estableció un modelo de negocios para la producción de hidrógeno verde a partir de energía eólica offshore en el país.
La Asociación Mexicana de Hidrógeno Verde, bajo la presidencia de Israel Hurtado, afirma que el país está en condiciones de establecer una hoja de ruta para la producción de esta fuente de energía para consumo interno y exportación. Hoy en día, se han desarrollado proyectos piloto en los cuales México muestra competitividad, dada su capacidad de electrólisis de 1.400 millones de toneladas, según la Agencia Alemana de Cooperación Internacional.
Mientras que Panamá está en la fase de evaluación económica para la instalación de una planta transformacional de H2 a H2V, Costa Rica decretó como bienes inexorables a los equipos de producción de hidrógeno Verde y existe un proyecto de ley ad portas de aprobación. Dicho proyecto está liderado por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE).
La Asociación Peruana de Hidrógeno y Engie Impact realizó un diagnóstico para cimentar los ejes centrales de la producción, aunque también reconocieron la necesidad de políticas públicas de Perú y la participación ciudadana.
Argentina está sumando esfuerzos en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Hidrógeno 2030, donde el sector energético presentó un proyecto ante la ley, en el cual se propone tener 35% de consumo de energía de hidrógeno verde. Además, las iniciativas desde el sector público y el sector privado buscan que la producción sea consumida a nivel local y pueda venderse en el exterior, aprovechando el recurso eólico con el que cuenta la Patagonia argentina. Asimismo, fue creada la Zona Franca de la Sierra Grande, un territorio para facilitar el desarrollo del plan del hidrógeno verde.
Pensar en el futuro
Es notable que existe interés por parte de los países de la región en asumir compromisos de generar energías limpias, descarbonizando paulatinamente sus territorios y contrarrestando los desastrosos impactos del cambio climático para de esta manera, brindar una mejor calidad de vida a las personas.
Los objetivos pactados en la COP26 y los acuerdos de accionar local y cooperación internacional, tienen suma importancia en las decisiones que se están tomando respecto a las formas, inversiones y necesidades tecnológicas para producir e implementar energías limpias, en este caso apostando al Hidrógeno Verde como una alternativa viable y segura.
SURA Seguros está fuertemente comprometida con el cuidado de la vida en la tierra, entendiendo que “el desarrollo humano debe darse dentro de unos límites seguros para la vida en el planeta” (SURA, 2021), por lo que apoya acciones urbanas para limpiar el aire, iniciativa de minorías, el uso de bicicletas para seguir el Plan Copenhague y la protección de terrenos para parques naturales, entre otras. Personas, organizaciones, empresas y gobiernos pueden participar y comprometerse en la descarbonización, buscando disminuir su huella ecológica y optando por energías limpias y formas de vida sustentables.