Ayudar, colaborar y pensar en los otros puede darnos mayor felicidad al recibir, de aquellas personas con las que compartimos, la gratificación de su propio bienestar, pero sobre todo al ver realizados sus logros y reconocer que hemos aportado al proyecto personal de alguien más. Sentirnos útiles y partícipes en sus propósitos también nos asegura vivir nuestra propia realización.
Como individuos, pertenecientes a una comunidad, tenemos ideas y objetivos por desarrollar por lo que en ocasiones necesitamos apoyo, pues no resulta sencillo empezar o avanzar para alcanzar nuestras metas. Sin embargo, en la actualidad, las redes sociales promueven intercambios que movilizan voluntades para la consecución de aquellos sueños personales, o propios, que nos promueven colaborar al estar cada vez más conectados con los sentimientos, pensamientos y acciones de los demás.
Las redes colaborativas, define la página especializada en análisis global elsevier.es, son “un equipo de personas automotivadas, con una visión colectiva, habilitado por la web para colaborar en la consecución de un objetivo común a través del intercambio de ideas, información y trabajo”. Todas las personas que las integran, sea en el aspecto organizacional o personal, están prestas a colaborar con habilidades y conocimientos especialmente.
De alguna manera, ser parte de una red colaborativa, nos permite fortalecer las iniciativas o necesidades mutuas y al hacerlo nos unimos a una comunidad que acoge, apoya y se cuida entre sí. De esta manera, en el momento que nosotros seamos quienes solicitamos ayuda, podremos contar con los demás, siempre y cuando construyamos relaciones personales cercanas y de cooperación.
Ayudar a las personas, según la Agencia de la ONU para los Refugiados Acnur, “es una de las formas de solidaridad que tenemos al alcance de la mano”, que enriquece más si se realiza de manera desinteresada, que desarrolla nuestra humanidad altruista y nuestros valores al servicio de los demás cuando compartimos lo que tenemos y sabemos, para contribuir al bienestar de personas cercanas a nuestro grupo social.
Cada era, cada año o cada día representa para cada uno de nosotros retos, logros, hallazgos que al compartir podemos hacerle el camino menos duro a quienes lo necesiten y también contar con la ayuda futura, cuando la necesitemos, de quienes apoyamos. Colaboremos, conectémonos con las personas como lo hace SURA, para ser parte de una red colaborativa que conecta a miles de latinoamericanos.