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Preguntas para entender el impacto en Latinoamérica de la última cumbre climática de la ONU

11 abril 2022 Habita

Los retos para contrarrestar los efectos del cambio climático aumentan. Es por esto que, para los gobiernos locales, regionales y globales, así como también para el sector privado, los acuerdos establecidos en el Pacto de Glasgow son fundamentales para definir sus respectivas agendas. 

Un fenómeno moderno y que preocupa a los expertos es el acelerado cambio climático, que a su vez promueve el calentamiento global y sus consecuencias visibles que afectan a comunidades enteras, al medio ambiente y a las formas de vida en el planeta.

La integración de los países y el establecimiento de objetivos y acuerdos para combatirlo es indispensable, lo que ha promovido diferentes iniciativas, políticas y cambios. Entre las más importantes se encuentra la creación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Peter Jackson, el redactor en jefe del Departamento de Información Pública de la ONU, comenta que, desde 1994, la CMNUCC se ha comprometido con la estabilización de gases de efecto invernadero a un nivel que evite interferencias humanas peligrosas con el sistema climático.  Desde 1995 se realiza anualmente la Conferencia de las Partes (COP). El año pasado se realizó en la ciudad de Glasgow la COP26. 

Durante las dos semanas de duración, el mundo volcó su atención al cambio climático en todos sus aspectos, desde fundamentos científicos y soluciones hasta voluntades políticas, para tener una hoja de ruta con acciones concretas que permitan contrarrestar el cambio climático y frenar el calentamiento global.

Actualmente, todos los países latinoamericanos suscriben la cumbre climática de la ONU y contemplan en sus planes de gobierno acciones, leyes, grupos de investigación y creación de políticas públicas, entre otras medidas, que permitan alcanzar los acuerdos concretados en la COP 26. Es de esta manera como el cambio climático está presente en las agendas de los gobiernos nacionales, así como también de diferentes entidades gubernamentales, no gubernamentales, empresas, comunidades e incluso personas comunes. 

A continuación, algunas preguntas para entender el impacto de la cumbre en la agenda de América Latina y la mirada de Gloria María Estrada Álvarez, vicepresidente de Riesgos de Seguros SURA.

¿Cuáles fueron los acuerdos pactados en la COP26?

En la última cumbre se asumieron más responsabilidades ante el estado alarmante del fenómeno climático y sus consecuencias desastrosas en el pasado, el presente y el futuro, sobre la vida en el planeta.

Según el documento Glasgow Climate Pact (2021) de la ONU, las decisiones acordadas en la COP26 son:

  • Reafirmación del objetivo del Pacto de París de limitar el incremento de la temperatura media mundial y establecimiento de estado de alarma sobre el aumento de la temperatura causado por las actividades humanas. 
  • Actuar inmediatamente y reducir el 45% de las emisiones de dióxido de carbono para alcanzar emisiones de cero a mediados de este siglo, presentando planes de acción realistas.
  • Financiación para la acción climática por parte de países de países desarrollados de 100,000 millones de USD al año, apoyando la adaptación de los países en desarrollo ante los efectos del cambio climático. 
  • Implementación de acciones pendientes del Acuerdo de París, como las normas relacionadas con los mercados de carbono, negociaciones transparentes de plazos comunes y elaboración de informes sobre avances.
  • Fortalecimiento de redes entre países en desarrollo y aquellos proveedores de asistencia técnica, conocimientos y recursos para enfrentar los riesgos climáticos, evitando, reduciendo y afrontando las pérdidas y daños asociados. 
  • Eliminación de las inversiones en actividades relacionadas con la deforestación para detener y revertir la pérdida de bosques y degradación de tierras.
  • Limitación de las emisiones de metano.
  • Apoyo económico a Sudáfrica para transicionar hacia una economía con bajas emisiones de carbono para poder abandonar la producción de electricidad con mayores emisiones de carbono del mundo.
  • Financiación privada de empresas y bancos centrales para alcanzar emisiones netas cero a nivel global.

¿Es posible alcanzar los acuerdos hechos en el Pacto Climático de Glasgow?

En algunos medios de comunicación, analistas como Lisa Friedman del New York Times, y Eoin McSweeney y Hannah Ritchie de CNN, han dado su punto de vista sobre la COP26 y sus acuerdos. En ambos casos, llama la atención su insistencia en explicar la importancia de esta versión de la cumbre, después de dos años de emergencia sanitaria por el Covid-19 y siete de la firma del Acuerdo de París. 

Como bien explican McSweeny y Ritchie, en 2015 “los países se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono y detener el calentamiento global por debajo de 2 grados C -y si es posible, por debajo de 1,5 grados C- para finales de siglo, con el objetivo de evitar los peores impactos del cambio climático”.

Sin embargo, los acuerdos logrados en la Cumbre de París no han sido cumplidos del todo, lo que derivó en aumentar el estado de alarma y tomar nuevas medidas. Antes de la realización de la COP26, el secretario general de ONU, Antonio Guterres, advirtió sobre esta situación. 

Es por esto que, en el Pacto Climático de Glasgow, existe una mirada reflexiva y realista sobre el estado del calentamiento global y las acciones necesarias para contrarrestarlo. Si bien en los acuerdos existe el reconocimiento del problema, así como un estado de emergencia que convoca voluntades políticas y grandes esfuerzos e inversiones; las metas son ambiciosas.

En buena medida esto se debe a que “los países no han hecho lo suficiente para controlar los peores impactos del cambio climático, lo cual lleva a la COP 26 de Glasgow, a que los líderes tengan la presión de ser más ambiciosos”, como explica Friedman.

La falta de compromiso con las metas pactadas, sumado a los nuevos acuerdos, muestra un panorama incierto por varios factores. Por ejemplo, la propuesta de descenso gradual de uso del carbón es débil y no incluye la quema de carbón sin mecanismos que lo atrapen y almacenen. Otro elemento que llama la atención es que, aunque se contempla un incremento en la financiación, tampoco hay metas definidas sobre este.

Aunque la ONG ambientalista Greenpeace International catalogó el texto como “débil”, reconoció que el hecho de que exista es un logro porque incluir el tema de la financiación y del carbón refieren a “una transición justa” porque, si desechan el acuerdo, “tendrán que responderle a la juventud, a la gente en primera línea de los impactos del clima y finalmente a la historia”, como analizó Jennifer Morgan, la directora de la organización. 

Para que las metas de la COP sean alcanzadas, la auto vigilancia tendrá un papel fundamental, debido a que pocos países los incluyeron de forma política y legal en sus agendas. En esta edición de la cumbre, hoy más que nunca, se busca alentar a que las naciones se involucren, por lo que poner algún tipo de sanción puede ocasionar que se retiren de los acuerdos internacionales pactados.

¿Cómo puede integrarse América Latina frente a los objetivos propuestos?

Al contar con una gran cantidad de recursos naturales y ecosistemas importantes como la Amazonía y bosques tropicales, la presencia de líderes latinoamericanos no fue menor. Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Perú, Honduras, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Cuba, Panamá, Uruguay, República Dominicana y México estuvieron en la COP26, ya que son una de las regiones más afectadas por la crisis climática y ecológica. 

Los países latinoamericanos se comprometieron a frenar la deforestación y la degradación de la tierra en 2030, recibiendo financiación pública y privada. Otros de los acuerdos más importantes son la protección de ecosistemas como el Corredor Marino del Pacifico Este Tropical en Ecuador y la declaración del 30% del territorio colombiano como área protegida.

En cuanto a medidas urbanísticas, se trató la implementación de proyectos como sistemas de transporte público de bajas emisiones, generación de energía renovable, gestión sostenible de residuos, nuevos códigos de edificios climáticamente inteligentes y planificación de riesgos climáticos.  

Con la necesidad de alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono para mitad de siglo, varios países latinoamericanos insistieron en la importancia de la financiación y que estos recursos puedan ser llevados de forma directa a los bosques, a diversas comunidades indígenas y afro, y en general a todas las personas.

Así como América Latina se enfrenta a graves problemas que inciden en el cambio climático, la toma de acciones y el cumplimiento de compromisos desde el Estado, las políticas para el sector público y privado, la regulación de las actividades económicas relacionadas con el medio ambiente y el trabajo de concientización sobre la importancia de las acciones diarias para el cambio es fundamental para alcanzar las metas propuestas en la COP26.

¿Cuál es la contribución de Seguros SURA?

Desde Seguros Sura, explica Gloria María Estrada Álvarez, vicepresidente de Riesgos de Seguros SURA, “ell desafío es contribuir activamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible Globales para que tomemos decisiones de negocio, inversiones y operación que aporten a los criterios ambiental, social de gobierno corporativo y económico (ASG-E) y, por lo tanto, a la sostenibilidad del planeta y de nuestra compañía”.

“Lo haremos definiendo e integrando los criterios ASG-E y valorando el impacto y la criticidad de diferentes sectores económicos con los que nos relacionamos”, sostiene Estrada Álvarez,  “con el fin de priorizar actividades de mayor relevancia que permitan una transición más rápida hacia prácticas sostenibles en nuestra compañía y en los grupos de interés”.

A partir de esto -completa la vicepresidente de riesgos-, “determinaremos la exposición de nuestros portafolios de negocio, inversiones y abastecimiento con el fin de diversificarnos y aportar a la gestión de capital, la propuesta de valor y el modelo operativo”.

El compromiso con el hábitat de Seguros SURA se extiende a los clientes, acompañando el cumplimiento de estas metas de forma segura y amigable para el medio ambiente. De esta forma, es posible evitar cualquier inconveniente asociado a la implementación de medidas que persigan un freno del cambio climático y una contribución a que estas cada vez sean mejores y alcancen mayores niveles de realización.