Adaptarnos a un mundo en constante movimiento, es reconocer que no sólo habitamos la realidad física, sino que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en la virtualidad. Nuestras vida personal, nuestra oficina, nuestras finanzas las administramos a través de aplicaciones en las que depositamos nuestra confianza; sin embargo es necesario tener prevenciones similares, o incluso mayores, a las que tenemos cuando salimos a la calle. Proteger nuestros datos nos asegura de vivir con mayor libertad los espacios a los que ingresamos.
El aumento del uso de la internet para llevar a cabo actividades sociales, formativas o laborales ha incrementado los riesgos que puede sufrir la información en nuestros dispositivos si no prestamos cuidado a su protección. “Los ciberdelincuentes encuentran una cantidad significativa de servidores de protocolo de escritorio remoto (RDP por sus siglas en inglés) mal configurados, lo que lleva a más ataques de este tipo”. Advierte la página especializada en seguridad informática “Threat Intelligence Insider, e informa que entre enero y junio del 2020 hubo en temas de riesgos informáticos, “5 mil millones de ataques en América Latina y el Caribe”
Nuestros dispositivos tecnológicos no solo nos comunican, sino que almacenan nuestra información. Nos explica Loranni Constanzo Castillo, líder de Conectividad y Capacidades de Competitividad de Seguros SURA, en ElDinero.com: esta “se ha convertido en uno de los recursos más valiosos para las personas y las empresas. Cada vez se hace más necesario entregar soluciones que la protejan y generar más conciencia sobre los riesgos a los que se ve expuesta, dado el estado de vulnerabilidad en que vivimos”.
Muchos lugares públicos como los son los centros comerciales, educativos y culturales suelen ofrecer acceso gratuito a redes abiertas de Wifi y aunque representen un beneficio, es importante saber cómo funcionan para evitar los riesgos de estar expuestos a ciberataques. Tener conocimiento de ello, asesorarnos y protegernos nos asegura de vivir experiencias virtuales más seguras al saber que “Al realizar una conexión sin contraseña, conocidas también como redes abiertas, los datos que transmitimos pueden ser leídos por cualquiera, tanto el administrador como otros usuarios conectados a la red. La información está expuesta a cualquiera que sepa cómo leerla y para ello no es necesario tener unos conocimientos técnicos muy elevados”. Informa La Oficina de Seguridad del internauta (OSI):
Una vez sepamos de los riesgos de usar este tipo de redes, podemos hacer uso de sus servicios con todas las precauciones sobre las que tengamos conocimiento. Para ello podemos tener presentes algunas recomendaciones, como las siguientes que nos proporciona la OSI:
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Si vamos a conectarnos, es preferible acceder a una red con seguridad WPA o WPA2. Las redes abiertas y con seguridad WEP son totalmente inseguras.
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No iniciemos sesión (usuario/contraseña) en ningún servicio mientras estemos conectados a una red pública.
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Evitemos realizar transacciones bancarias, compras online o cualquier otra tarea que suponga el intercambio de datos privados desde redes wifi públicas.
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Deshabilitar cualquier proceso de sincronización de nuestro equipo si vamos a usar una red pública.
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Mantener siempre el equipo actualizado, con el antivirus instalado correctamente y, si es posible, hacer uso de un cortafuegos (Firewall en Inglés).Tras la conexión, eliminar los datos de la red memorizados por nuestro equipo.
Ser habitantes tecnológicos, inmersos en un amplio universo de comunicaciones e información cibernética, es aspirar a experiencias de desarrollo tecnológico que nos brinden respaldo ante los riesgos o pérdida de nuestra información. Con seguros SURA podemos informarnos y sentirnos acompañados gracias al asesoramiento de expertos en tecnología y ciberseguridad.