La movilidad eléctrica es una apuesta que se fortalece con los años y supone múltiples beneficios, entre ellos, mitigar los daños ocasionados por los combustibles fósiles. Te contamos esta y otras ventajas.
Es simple: cuando la energía no viene de combustibles fósiles, la emisión de gases se reduce y así se disminuye su impacto ambiental. Es una ecuación sencilla, que ha costado años comprender, pero que ahora es una realidad.
La movilidad eléctrica es aquella que se sirve de motores impulsados a partir de la electricidad, cuyo uso es ilimitado y adaptable a cualquier medio de transporte motorizado. Este dato es relevante porque 195 países del mundo acordaron, en la pasada 21ª Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que a partir de 2020 comenzarían la transformación de su industria automotriz tradicional a vehículos eléctricos, con la esperanza de tener cero emisiones de gases para 2050.
Si bien es importante implementar una serie de acciones y políticas por parte de las instituciones gubernamentales, también lo son las decisiones que tomamos como individuos al respecto. Para ello, te contamos cuáles son los 10 beneficios más destacables de la movilidad eléctrica:
- Calidad del aire: la OMS calcula que cerca de 7 millones de personas en el mundo mueren por enfermedades respiratorias producto de la mala calidad del aire en las grandes ciudades. Los vehículos eléctricos no emiten gases tóxicos como el monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno que son letales en altas concentraciones.
- Efecto invernadero: prescindir de los motores de combustión es, también, eliminar la emisión de gases de efecto invernadero producido por los automóviles que inciden directamente en el cambio climático que, según la Unión Europea, son responsable de más del 30% de las emisiones de CO2.
- Menor contaminación auditiva: los vehículos eléctricos generan menos de 30 decibeles, lo que se mantiene en un rango de audición normal y es el estado ideal; los vehículos de combustión generan en promedio, según el doctor Robert Barti, Director de RBD-Acústica, 74 decibeles, lo que nos expone a sufrir hipoacusia severa.
- Mayor espacio de circulación: por temas de contaminación algunos países tienen acceso restringido a vehículos de combustible en zonas delimitadas; un vehículo eléctrico no tiene dichas restricciones.
- Revisiones más económicas: no hay necesidad de prueba de gases en esta clase de vehículos y no es necesaria la sustitución de aceite, filtros y líquidos. Además, tienen un 90 % de componentes menos que los motores de combustión.
- Parqueo gratis: para incentivar su uso, en la mayoría de ciudades existen zonas de parqueo gratis para este tipo de vehículos, incluyendo aquellos lugares donde normalmente es difícil encontrar espacio.
- Comodidad: el tamaño del motor es considerablemente más pequeño y esto es un reto para los diseñadores de la industria automotriz, quienes han sabido aprovechar este espacio en beneficio de la habitabilidad del vehículo, es decir, en el espacio a disposición del conductor y de los pasajeros en el interior, con mayor comodidad.
- Exención en medidas de pico y placa, día sin carro y otras medidas de restricción de la movilidad: en algunos países de la región como Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y Venezuela, por la gran cantidad de vehículos que circulan y la congestión que generan, se implementan medidas que permiten una mayor velocidad de circulación en horas pico; sin embargo, los vehículos eléctricos están exentos, como es el caso de São Paulo, que desde 2014 aprobó la Ley 15.997 que prevé que los vehículos eléctricos, híbridos eléctricos y los movidos a pila de hidrógeno que sean registrados en la ciudad estarán libres de la restricción vehicular, facilitando tener a disposición el carro en el momento que lo necesitemos.
- Ahorro por gasto en combustible: según el análisis “Transporte y tecnología en América Latina: ¿Qué tan en el futuro estamos?”, del Banco Mundial, se estipula que 22 ciudades de América Latina reemplazarán su flota actual de transporte público por vehículos eléctricos, lo que significa para el 2030 un ahorro cercano a los 64.000 millones de dólares en combustible y una reducción de 300 millones de toneladas equivalentes de CO2.
- Beneficios tributarios: en el caso colombiano, la Ley 1964 de 2019 estipula los beneficios tributarios para las personas que compren vehículos eléctricos (10 % menos en el SOAT, descuentos en el registro vehicular y en la revisión técnico mecánica, entre otros).
Y estos son sólo algunos de los beneficios que trae consigo la movilidad eléctrica, que si bien está en una etapa de exploración y crecimiento, es una apuesta importante en temas de sostenibilidad en el mundo que, por fortuna, está respaldado por acuerdos internacionales y políticas claras de los países, especialmente donde la industria automotriz es importante.
Fuentes bibliográficas: