El cambio climático es y seguirá siendo un reto protagonista en la agenda internacional. En ese sentido, la economía circular empieza a posicionarse en la región como una alternativa para la optimización de recursos y el cuidado del medio ambiente.
Desde 2018, Colombia trabaja en la implementación de la economía circular como motor para fortalecer su modelo de desarrollo. Desde ese año, se pensó la estrategia con base en nueve acciones fundamentales que deben implementar las diferentes industrias en sus ciclos productivos: Repensar, Reutilizar, Reparar, Restaurar, Remanufacturar, Reducir, Re-proponer, Reciclar y Recuperar.
¿Qué es economía circular?
Como lo define el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia, DANE, “el concepto surge como síntesis de las problemáticas ambientales y económicas generadas de la producción de bienes y servicios de forma lineal que se basa en extraer, utilizar y desechar”. Lo que propone es un cambio en la forma de pensar que permite disminuir notoriamente el deterioro natural del planeta y contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Es, en general, un rediseño en el sistema de producción y consumo en el cual se adoptan acciones regenerativas. Puede lograrse mediante el diseño duradero de productos pensando en el mantenimiento, la reparación, la reutilización, la remanufactura, la restauración y el reciclaje.
¿Cuáles son los principales beneficios de la economía circular?
Según el Ministerio de Ambiente de Colombia, los principales, asociados al tema ambiental directamente, se traducen en:
- Reducción de la extracción de materias primas.
- Uso de fuentes de energía renovables.
- Reducción de residuos y emisiones
- Conservación y uso eficiente del agua.
A nivel económico, se perciben ventajas como:
- Reducción de costos de materia prima.
- Aprovechamiento de los recursos en repetidas ocasiones.
- Ingresos por venta de subproductos.
- Atracción de nuevas fuentes de financiación.
- Innovación en modelos de negocio.
- Apertura de nuevos mercados y mejoramiento de la productividad y competitividad.
Ser parte de la transformación de paradigmas sobre los modelos productivos
Desde 2012, con una inversión superior a 3 millones de dólares, se construyó en Colombia el Centro Nacional de Salvamentos SURA, que opera bajo principios de sostenibilidad, cuidando los recursos gracias a su infraestructura y a las distintas etapas de la operación.
Por medio de una evaluación profesional, se califican siniestros de vehículos para determinar la posibilidad de retornar a las vías de manera funcional y segura, con la respectiva reparación por el nuevo propietario o si, en caso contrario, es más conveniente desensamblarlo, aprovechar algunas de sus piezas como repuestos, llevando así al reciclaje o disposición final únicamente lo que no es posible recuperar para la reutilización.
De esta manera, a los vehículos que son susceptibles de ser reparados y a los repuestos que pueden ser reutilizados, se les brinda una segunda vida útil, entrando nuevamente a la cadena de valor sin necesidad de sufrir una transformación más allá de la reparación.
A inicios de 2020, se comercializaron 3 287 vehículos siniestrados como reparables, lo que equivale aproximadamente a 3 992 toneladas de material que hubiera sido desechado de no haberse recuperado para su reutilización.
Esfuerzo regional e interinstitucional
Para Manuel Albaladejo, representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el compromiso de esta ONG frente a la promoción de la economía circular se desempeña en tres áreas:
- Investigación: para analizar las condiciones del mercado y de las políticas vigentes, y apoyar a los gobiernos e instituciones en la transición a una economía circular.
- Cooperación técnica: para poner en marcha proyectos experimentales de economía circular y presentarlos en todo el mundo.
- Articulación global: para reunir e inspirar a los interesados de los diferentes niveles y garantizar que la agenda de economía circular se convierta en un asunto mundial, en una nueva e innovadora manera de entender los modelos de producción del futuro.
Esta ONG trabaja decididamente en la consolidación de una política industrial basada en las dos tendencias principales que modelan el futuro de la producción y del trabajo en el contexto de la actual crisis medioambiental: la industria 4.0 y la economía circular. En SURA nos sentimos orgullosos de ser parte de la transformación de los modelos productivos, procurando la competitividad empresarial de la región.