El desarrollo industrial, el poder adquisitivo y el consumo han sido algunos de los factores que han contribuido a apresurar el deterioro de nuestro medio ambiente y a incrementar las diferentes formas de contaminación. Sin embargo, en las últimas décadas, la conciencia ambiental en las personas es mayor porque, de la misma manera como evolucionan nuestros hábitos movidos por nuestros estilos de vida cada vez más reflexivos y ecológicos, hoy nos aseguramos de vivir experiencias cada vez más sostenibles de movilidad.
Pedalear, caminar, rodar en patines o patineta, usar los medios de transporte público y compartir nuestro automóvil, son algunas de las acciones que definen lo que significa Movilidad Sostenible. Según la página especializada en este tema, sostenibleosustentable.com,“La movilidad sostenible es el desplazamiento de personas y mercancías de forma eficiente, socialmente responsable sin perjudicar el medio ambiente”.
Para lograrlo, debemos considerar los factores que necesitamos más allá del combustible o el medio de transporte. La infraestructura vial, el espacio, la calidad del asfalto son algunos elementos visibles que harán nuestra experiencia de movilidad mucho más responsable con la naturaleza y nuestro bienestar. Para ello, también es necesaria la planeación y la voluntad política que son motor del desarrollo tecnológico y generadora de conciencia social que nos impulsa a elegir nuevos hábitos.
“El sector del transporte, afirma el Banco Mundial, tiene el potencial de mejorar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas —su salud, su ambiente, su calidad de vida— y de estabilizar el cambio climático”. pero es necesario que todos: Personas, gobiernos y empresas, avancemos hacia la misma dirección en la que centramos el medio ambiente, nuestra salud y la reducción de la contaminación para favorecer la resiliencia de nuestro planeta.
Un ejemplo de movilidad sostenible puede ser la elección de quedarnos en casa porque tenemos la posibilidad de teletrabajar y no es necesario desplazarnos de un lugar a otro o también cuando podemos elegir vivir cerca a nuestro lugar de trabajo y de aquellos sitios que frecuentamos a diario. Es cierto que la tecnología favorece el mejoramiento de nuestra relación con la ecología, pero son nuestros hábitos y nuestra conciencia la que hará un impacto que favorezca el medio ambiente.
El desafío es grande, por eso necesitamos conocer los efectos de nuestras acciones para saber cómo habitar un mundo con mayores oportunidades y esto nos ayudará a elegir otras alternativas para nuestra movilidad. Con SURA podemos conocer las claves de la movilidad sostenible para practicarla y construir juntos un mundo cada vez mejor, movidos por prácticas cada vez más naturales en nuestras acciones cotidianas.