Aumentar la expectativa de vida de la humanidad es un logro de las sociedades modernas, pero no es suficiente: uno de los grandes retos es envejecer de manera saludable. Conoce algunas recomendaciones para disfrutar activamente la tercera edad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento activo es el “proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez.” Esta definición incluye todos los factores sociales, económicos, culturales y de salud porque no se trata de vivir muchísimos años: la idea es tener una alta calidad de vida a través de los años.
Cifras de la OMS indican que entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12 % al 22 %. En la latinoamérica, según reveló el informe de la ONU Panorama de Envejecimiento y Dependencia en América Latina y El Caribe, en este momento el 11 % del total de la población de la región tiene más de 60 años de edad, para el 2030 representará el 17 %, y en 2050, uno de cada cuatro habitantes será mayor de 60 años.
Este panorama invita a fortalecer las campañas para motivar a las personas adultas mayores a adoptar un estilo de vida saludable que permita gozar de unos años con la suficiente energía para realizar todas las actividades del día a día y seguir cumpliendo las metas que se tienen. “Vivir esta etapa de la vida en las mejores condiciones es posible de lograr asumiendo con responsabilidad e intentando tomar las mejores decisiones para nuestra salud: mejores decisiones = ¡mejor salud!”, afirma la doctora Claudia Jaroslavsky, del Programa Nacional de Envejecimiento Activo y Saludable en Argentina.
¿Qué recomiendan los expertos para tener una vejez activa y saludable?
- Actividad física: realizar ejercicio físico diariamente ayuda al adulto mayor a mejorar su movilidad, equilibrio y coordinación y, de esta manera, mantener su autonomía e independencia el máximo tiempo posible.
- Dieta saludable: una buena dieta ayuda en cualquier etapa de la vida, pero en la vejez es fundamental. La alimentación saludable en la tercera edad implica aumentar el consumo de ciertos nutrientes y la reducción del consumo de otros. La dieta se debe adaptar en función de la época del año y de las necesidades individuales de cada persona.
- Buenos hábitos de sueño: para los adultos mayores conciliar el sueño suele tornarse mucho más difícil y tener un ciclo de descanso reparador puede ser más complicado. Por eso, para prevenir los trastornos del sueño es esencial establecer una rutina y adoptar buenos hábitos de sueño, como crear un ambiente relajante, desconectar el televisor y los dispositivos móviles, tener una cena ligera, acostarse y levantarse a la misma hora, evitar el consumo de bebidas como el café o el alcohol, entre otros.
- Una vida social activa: muchos adultos mayores sienten que son un peso para sus amigos y familiares, por lo que suelen tomar distancia y aislarse: esto es un error que puede provocar depresión o distimia. Para garantizar el bienestar personal es esencial ayudarle a mantener buenas relaciones sociales y familiares.
- Estar ocupado: es necesario aprovechar el tiempo libre que se suele tener a esta edad, por eso participar en actividades, talleres, estudiar idiomas, entre otros, puede ser una gran alternativa. La ocupación ayuda a mantener nuevas relaciones sociales, a disfrutar del tiempo libre y a ejercitar la mente y el cuerpo.
- Control de la salud: en todas las etapas de la vida es necesario tener un control del estado de salud, pero en la vejez es aún más importante tener un cuidado especial sobre cada uno de los procesos médicos que se requieren. Los chequeos regulares y el seguimiento de los tratamientos no se deben olvidar.
- Sexualidad: la sexualidad forma parte de los hábitos de vida saludable y el placer no tiene edad. El erotismo y la sensualidad pueden prolongarse dándole placer y satisfacción, aún si el acto sexual en sí mismo dura menos tiempo, así lo recomienda el Manual de Autocuidado para Mayores de 60 años del gobierno argentino.
- Recreación: la salud mental de los adultos mayores es un tema central porque, si bien la funcionalidad del cuerpo es vital, un buen estado emocional es más importante. Para esto es preciso tener actividades recreativas que ayuden en este propósito, como: ver cine, leer, asistir a teatro, conciertos, caminatas ecológicas, responsabilidades en las juntas barriales, etcétera.
- Dejar de fumar y consumir alcohol: el consumo de tabaco o alcohol aumentan el riesgo de padecer enfermedades que deterioran la salud física y mental. Los estudios clínicos concluyen que dejar de fumar antes de los 50 años disminuye en un 50 % el riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco , mientras que dejar de fumar a los 65 años tan solo reduce ese riesgo en un 10 %. Cortar estos hábitos cuanto antes hará que el organismo pueda recuperarse de sus efectos negativos, recomienda el doctor David Curto Prieto.
- Permanecer en contacto con la naturaleza: especialmente cuando hace buen clima, la naturaleza ayuda a mejorar la calidad de vida: “tener este contacto los anima a salir de la casa y los motiva a mantenerse activos física, espiritual y emocionalmente”, afirma Jessica Finlay, investigadora de la Universidad de Minnesota.
Gozar de buena salud es fundamental para que las personas mayores mantengan su independencia y puedan disfrutar sus roles en los entornos familiar y social. Cuidar la salud a lo largo de la vida puede disminuir la aparición de enfermedades crónicas y no transmisibles como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Si bien esta conciencia debe comenzar desde temprana edad, nunca es tarde para adoptar nuevos hábitos que impacten positivamente la calidad de vida.
Fuentes bibliográficas: