Cómo saber si sufrís ‘estrés financiero’ y claves para evitarlo

La salud financiera, al igual que su manifestación más notoria, el estrés financiero, son hoy un foco de atención para las personas, las empresas, entidades financieras y profesionales de la salud. La gestión de la salud financiera es entendida desde una interrelación entre lo mental y lo físico, y el entorno en el que habitan las personas.

Las decisiones vinculadas al manejo del dinero se ven influenciadas, entre otras cosas, por los nuevos estilos dinámicos de vida, el aumento de las ofertas del mercado, el acceso a créditos y la facilidad en las transacciones y compras en la era digital.

La preocupación permanente por el dinero conlleva en ocasiones a conductas de alto riesgo, como el abuso de alcohol y drogas, alimentación inadecuada, comportamiento sedentario o incluso delictivos, materialización de casos de suicidio, sobreendeudamiento y disminución de rendimiento laboral.

Sara Díaz, Psicóloga de Salud Financiera en SURA, explica que “pensar constantemente que se tienen muchas deudas, o que no se cuenta con los suficientes ingresos para cubrir las necesidades básicas personales y familiares, genera un montón de emociones: preocupación, estrés, angustia, frustración y tristeza, por mencionar algunas”.

 “Si todas estas emociones -advierte Díaz- no se externalizan y gestionan, es posible empezarlas a somatizar en síntomas físicos, como dolores de cabeza, insomnio, disminución de las defensas, problemas dermatológicos, gastrointestinales, entre otros”. De esta manera, advierte la especialista, “la salud financiera realmente impacta nuestra salud y bienestar integral, por eso la importancia de empezar a trabajar en función de esta esfera de vida”.

Las causas del estrés

Juliana Gaviria, Directora de la capacidad de Salud en SURA, remarca que el estrés puede causar trastornos de origen metabólico, como son la hipertensión y obesidad, así como trastornos del sueño, depresión, ansiedad, entre otros.

“El estrés, desde el punto de vista médico, se define como el estímulo puntual percibido como amenazante al equilibrio de un organismo, frente al cual éste reacciona con un sinnúmero de respuestas adaptativas que implican el sistema nervioso”, profundiza Gaviria. 

El estrés repetido somete al cuerpo a una liberación elevada de cortisol, denominada comúnmente como la hormona del estrés, “la cual aumenta la producción de azúcares en el cuerpo y la frecuencia cardiaca, además de limitar acciones del cuerpo que se consideran ‘no esenciales’, alterando las funciones del sistema inmune, digestivo, sistema reproductor y del crecimiento”, completa.

“Los problemas financieros son una causal directa de estrés”, afirma Gaviria antes de enumerar las tres principales fuentes de estrés que existen para el ser humano:

1. Finanzas personales
2. Carga laboral 
3. Salud personal

Orígenes del estrés financiero

Sara Díaz subraya que hay varios factores que conspiran contra la salud financiera de una persona. “Uno de ellos, y el principal, es nuestro entorno”, dice la psicóloga de Salud Financiera en SURA. “Si no tengo la capacidad de poner límites en mi entorno y  si no soy capaz de dar un no como respuesta, esto va a impactar considerablemente en nuestra realidad económica”, afirma. 

Por otro lado -complementa- está la capacidad de ser previsivos y gestionar los riesgos personales. “Generalmente, cuando ocurre algún acontecimiento, novedad o imprevisto, no tenemos un fondo de emergencia que nos ayude a gestionarlo. Por lo tanto, es común que terminemos utilizando la tarjeta de crédito a varias cuotas, pagando altas tasas de interés e impactando nuestro nivel de endeudamiento”, enfatiza Díaz.

Adicionalmente, hay ciertos comportamientos que influyen notablemente en nuestra realidad financiera, advierte:

• La autorregulación o el autocontrol. Es la capacidad que se tiene para retrasar las gratificaciones inmediatas que en ocasiones son innecesarias. Es decir, qué tanto podemos decir no a ciertos gustos o gastos que posiblemente, por la realidad financiera actual, no deben darse. 
• La gestión de nuestras emociones. Muchas veces, nuestras emociones se ven reflejadas en el gasto; cuando estamos tristes, aburridos o incluso felices tomamos decisiones impulsivas por dicha emoción, impactando nuestra economía. 
• Necesidad de reconocimiento. En ocasiones accedemos a productos, bienes y servicios únicamente por sentir la aprobación o reconocimiento de un entorno, impactando de manera importante el nivel de endeudamiento. 
• La confianza que tenemos en nosotros mismos para sobrellevar nuestra propia situación financiera, en la medida que aumenta el conocimiento financiero, aumenta la autoconfianza en estos temas y nos ayuda a tomar decisiones mucho más asertivas. 
• Hacernos cargo. Ser actores activos de nuestra realidad, saber que yo mismo soy el que construyo mi propio escenario financiero. Si soy consciente que no estoy bien en este aspecto, entonces puedo buscar alternativas, soluciones y caminos diferentes.  
• Planear a corto, mediano y largo plazo. Es fundamental tener claridad en nuestros propósitos y saber que debo priorizarlos para finalmente configurarlos. En ocasiones nos gana el inmediatismo, queremos alcanzar varios propósitos al mismo tiempo (casa, auto, estudio, viajes, celular nuevo) y terminamos generando un endeudamiento tan alto que llega un momento que no podemos gestionarlo.   

De todas formas, Díaz sostiene que “no hay un perfil determinado o una fórmula mágica para tener o no una salud financiera”, ya que se trata de un fenómeno “multicausal”.

“Lo que sí está claro es que hay ciertos comportamientos, rasgos o atributos que, al gestionarlos y potencializarlos, se convierten en factores protectores para nuestro escenario económico. Para la gestión de nuestras finanzas no solo debemos centrarnos en el saber y saber hacer, en los conocimientos técnicos; es fundamental empezar a trabajar en el ‘ser’, en nosotros mismos. Esto significa  potenciar la gestión de nuestros comportamientos y emociones”, amplía.

SURA ha creado un servicio, Salud Financiera SURA, que tiene como objetivo responder de manera integral al desarrollo de estrategias para la transformación de los comportamientos financieros de las personas, mediante un análisis que integra variables de la salud física y mental con el entorno familiar, laboral y social de las personas.

“En esta plataforma, describe Díaz, podrás identificar el estado actual de tus hábitos y comportamientos financieros y ver, además, cómo está tu realidad económica (equilibrio o desequilibrio entre tus ingresos y egresos). Encontrarás recomendaciones que apunten a mejorar tu realidad y contenido educativo para seguir potencializando tus conocimientos en este aspecto”.

Si con este autodiagnóstico identificas que necesitas un acompañamiento personalizado de expertos, SURA te invita a contactarte al siguiente número de WhatsApp: 315 2757888 opción 6, opción 4. (SURA Colombia); donde te indicarán cómo puedes acceder a ellos.

“Salud Financiera SURA es un espacio para que converses y descubras cómo las decisiones financieras van más allá del análisis de números e influyen en el comportamiento humano y en tu salud física y mental”, concluye Juliana Gaviria.