El modelo de familia tradicional o nuclear viene transformándose y dando paso a diversas formas y estilos de ser familia.
La incursión creciente de las mujeres en el mundo laboral, las migraciones, la diversidad sexual y de género, las aspiraciones de realización individual, cambios en los procesos de natalidad y envejecimiento son solo algunos de los factores que han propiciado cambios en la estructura y en la dinámica de lo que significa ser una familia.
Los estereotipos y roles tradicionales entre hombres y mujeres están cambiando y producen nuevas formas de vida. Los vínculos humanos se amplían mucho más allá de los lazos de sangre, los vínculos jurídicos, la cercanía física, el lugar de origen o residencia, el hogar comienza a trascender fronteras.