¿Vivir solo es una elección a largo plazo?

En la actualidad la opción de la soledad, como forma de vida, es una tendencia cada vez más común que genera una percepción de libertad, basada en prácticas de amor, reflexión y cuidado propio; conexión con nuevas experiencias de aprendizaje, actividades artísticas o recreativas y conexión con un intercambio social variado y amplio. Sin embargo, ¿existen riesgos con esta elección?

“La individualización –escribe Patricia Isabel Uribe Díaz en un artículo de investigación-, se encuentra en estrecha relación con la modernidad, que lleva a posicionar al individuo desde una perspectiva de la autodeterminación”. El amor propio, el crecimiento académico y el libre desarrollo de la personalidad son algunas razones que parecieran justificar la elección de un hogar unipersonal (Concepto que se menciona en la Revista Tendencias & Retos, y que refiere a las personas que deciden vivir solas).

Sin embargo, estas cualidades no son duraderas y las personas que aspiran a una vida desvinculada, con el tiempo son más propensas al deterioro de la salud, pues según la revista especializada Geriatricarea, “la soledad favorece el aumento del riesgo de padecer síndrome metabólico, problemas cardiovasculares, trastornos del sueño, trastornos depresivos, deterioro cognitivo, baja autoestima, ideación suicida y deseo de muerte”.

Nuestra naturaleza humana es de carácter social y la conformación de redes de apoyo o vínculos familiares permanentes nos aseguran de vivir experiencias compartidas que enriquecen nuestra vida y protegen nuestra salud. Elegir la construcción de un proyecto de vida compartida nos posibilita mayores condiciones de vida.

Tomar este tipo de decisiones puede ser una gran inversión si planeamos nuestro futuro en compañía de especialistas y expertos. Los beneficios que brindan los Seguros de SURA, nos dan la confianza de elegir estilos de vida más apropiados a nuestra forma de ser y de relacionarnos con el entorno y con otras personas.