México nos ha recordado, recientemente, la amenaza sísmica latente en la mayoría de los países de América Latina, debido a la ocurrencia de varios sismos durante el mes de septiembre de 2017. Lo más impactante es que uno de estos eventos se registró justo el día en el que se conmemoraban 32 años del gran sismo del 19 de septiembre de 1985.
* Este artículo fue publicado en la Revista Geociencias SURA | Edición 3 | Marzo de 2018.
En el mes de septiembre de 2017, en un lapso de 12 días, México fue sacudido por dos grandes sismos. La secuencia empezó el 7 de septiembre con un sismo de magnitud 8.1 (Mw) en el litoral Pacífico, cerca al estado de Chiapas. Doce días después, el 19 de septiembre, un sismo de magnitud 7.1 (Mw) sacudió Puebla, y causó el colapso de 44 edificaciones en Ciudad de México.
Tal como lo plantea el Ph.D. Ross Stein, profesor de geofísica de la Universidad de Stanford, científico emérito de la USGS y CEO de Temblor Inc.: “Surge una pregunta inquietante luego de la ocurrencia de estos dos sismos: ¿Están estos eventos relacionados entre sí?”.
La cercanía espacio temporal de estos dos eventos y la naturaleza de su origen tectónico podrían llevar a suponer que en efecto existe una reacción en cadena. Para responder a esta interesante pregunta el Ph.D. Ross Stein y el equipo de Temblor Inc. estudiaron los dos sismos, con el fin de estimar la posible relación entre ellos.
Para esto, evaluaron el impacto potencial que el sismo de Chiapas pudo haber tenido sobre el sismo de Puebla, mediante un análisis de transferencia de esfuerzos. Los resultados de este análisis les permitieron concluir que el sismo de magnitud 8.1 (Mw) registrado el 7 de septiembre en Chiapas no generó esfuerzos sobre la falla que dio origen al sismo registrado en Puebla 12 días después.
Tal como lo expresa el Ph.D. Ross Stein en su publicación sobre este análisis: “Al calcular los esfuerzos generados por el sismo de Mw = 8.1 en Chiapas sobre la falla que generó el sismo de Mw = 7.1 en Puebla, encontramos que los esfuerzos experimentados en esta son tan pequeños, que incluso son menores a los generados al frotar los dedos de la mano.
¿La sismicidad registrada podría mostrar alguna relación entre los sismos del 7S y 19S de 2017?
El equipo de Temblor Inc. analizó el catálogo del Servicio Sismológico Nacional (UNAM) y encontró que las réplicas del sismo de Chiapas presentaron un patrón consistente con la distribución de los incrementos de esfuerzos estimada (análisis de Coulomb).
Otro hallazgo muy contundente que plantea el Ph.D. Ross Stein es que al revisar la distribución de los puntos donde se originaron las réplicas del sismo del 7S en Chiapas (Mw = 8.1), no se encontró ninguna réplica cerca de la región donde se presentó el sismo del 19S en Puebla (Mw = 7.1).
De este análisis se concluye que los esfuerzos transmitidos por el sismo del 7S en Chiapas sobre la falla que dio origen al sismo del 19S en Puebla son despreciables, y, en ese sentido, no hay relación entre estos dos sismos.
¿Cuál es la probabilidad de que estos dos eventos sean independientes?
Según los análisis realizados por el equipo de Temblor Inc. es posible inferir que el sismo de Chiapas no tuvo ninguna incidencia sobre la ocurrencia del sismo de Puebla, pero, ¿cuál es la probabilidad de que estos dos eventos sean independientes, considerando el hecho de que el sismo de Puebla se dio tan solo con una diferencia temporal de 11 días con respecto al sismo de Chiapas, y que sus epicentros estaban a 600 km de distancia uno del otro?
Según las estimaciones del Ph.D. Ross Stein y su equipo, esta probabilidad corresponde a 1 en 30.000: “Tú podrías decir que una probabilidad de 1 en 30.000 es demasiado remota para pensar que los sismos de Chiapas y Puebla no estén relacionados.
Pero antes de considerar que 1 en 30.000 es un número demasiado pequeño como para considerar ambos sismos como una coincidencia, es bueno hacerse esta pregunta: ¿Cuál es la probabilidad de que el sismo de Puebla (Mw = 7.1) se presentara a tan solo 2 horas del simulacro conmemorativo de los 32 años del sismo de 1985 en la Ciudad de México?, esto definitivamente tiene que ser una coincidencia, ¿verdad? Esta probabilidad corresponde a 1 en 900.000 ¡Casi una en un millón!”.
Así que, en palabras del Ph.D. Ross Stein, “Las coincidencias extremas pueden ocurrir en nuestras vidas y luego de los análisis sismológicos, esta es la mejor explicación que tenemos”.
“Las coincidencias extremas pueden ocurrir en nuestras vidas y luego de los análisis sismológicos, esta es la mejor explicación que tenemos”.
Ph.D. Ross Stein.
Ambiente tectónico y sismicidad histórica de México
México se localiza en una zona del continente americano donde se da la interacción de cinco placas tectónicas (placas del Pacífico, Rivera, Cocos, Norteamérica y Caribe), lo que hace que esta región presente una amenaza sísmica importante. Tal como lo manifiesta el Servicio Sismológico Nacional de México, aunque no existe ningún método o tecnología actual para predecir los sismos, el contexto tectónico de México comprende regiones donde han ocurrido grandes sismos y donde se pueden pre- sentar en el futuro. Esta convicción ha llevado a este país Latinomericano a buscar en el desarrollo del conocimiento, un camino hacia la resiliencia sísmica.
Fuentes
- David Jacobson. Licenciado en Ciencias Geológicas de Whitman College en Walla Wa- lla, Washington, y M.Sc. en Geología de la Universidad de Canterbury, en Christchurch, Nueva Zelanda.
- Ross S. Stein. CEO de Temblor.net, profesor de Geofísica de la Universidad de Stanford.