Si por estos días estás teniendo dificultades con el sueño o estás empezando a dormir poco, a continuación te daremos algunas recomendaciones médicas que te ayudarán a mantener una buena rutina de descanso.

Respeta tus horarios para dormir. Así como cumples una cita o llegas a tu trabajo o lugar de estudio a una hora precisa, evita incumplir los horarios para dormir. Mantener un orden al momento de ir a la cama permitirá que tengas una noche de descanso reparador y que despiertes con la energía necesaria para un nuevo día.

Apaga las pantallas para dormir. Si no logras conciliar el sueño, encender el televisor o buscar el celular para revisar qué es lo último que ocurre en las redes sociales, solo ayudará a que tu cuerpo se vuelva a activar y sea más difícil dormir. Deja a un lado el celular y evita ver televisión hasta altas horas de la noche. Ya tendrás un nuevo día para seguir viendo una serie o interactuar en redes.

Evita saturarte de noticias. Busca información en fuentes confiables como medios de comunicación y redes del gobierno. Evita leer todo lo que envían por WhatsApp, generalmente son noticias falsas y tampoco mires todos los noticieros que aparecen en televisión. La saturación de información te generará ansiedad y la ansiedad viene acompañada del insomnio.

Dejar que la hormona del sueño aparezca. Nuestro cuerpo produce una hormona llamada Melatonina, encargada de llevar nuestro cuerpo al reposo y facilitarnos la conciliación del sueño. El uso de tecnología, especialmente la luz que emiten las pantallas de los celulares, impide que nuestro cuerpo la produzca. En otras palabras, a más luz menos sueño.

Comer tarde no ayuda con el insomnio. La recomendación de los médicos es tener la última comida del día entre las 6 de la tarde y 7 de la noche. Sin embargo, si tu agenda lo impide, procura que lo último que comas no sea difícil de digerir para tu organismo. Por ejemplo, comer luego de ciertas horas carne o algunos granos como fríjoles o garbanzos, impedirá que duermas rápido y placenteramente, pues tu cuerpo tendrá que seguir trabajando hasta tarde para realizar los procesos de digestión.

No hagas ejercicio a altas horas de la noche. Si eres amante al deporte o practicas alguna actividad física intenta realizarla durante el día. Una práctica intensa de ejercicio nocturno activará tu organismo y será más difícil que te logres dormir sin antes tener que dar muchas vueltas en tu cama.

Dile no a las bebidas oscuras en la noche. El café, por ejemplo, estimula nuestro sistema nervioso, consumirlo en la noche podría activarnos y hacer que tengamos energía hasta pasada la hora de dormir. Algo similar ocurre con las gaseosas, gracias al azúcar que contienen activan nuestro cuerpo y generan episodios de insomnio. Un vaso con agua podría resolver episodios de calor sin perjudicar tu sueño.

Una habitación ideal. Para evitar el insomnio y ayudarle a tu cuerpo a dormir más rápido intenta descansar en un lugar oscuro, con pantallas apagadas, con algo de música relajante y en una cama limpia. Los factores externos impiden que nuestro cuerpo y mente descansen, así que entre más detalles tengas listos a la hora de dormir menos serán las posibilidades de sufrir de insomnio.

Cero siestas durante el día. Si los episodios de insomnio aparecen con frecuencia seguro iniciarás tu día sintiendo que no fueron suficientes tus horas de sueño. Evita realizar siestas, pues estas terminarán alterando más tu sistema nervioso y harán que no tengas tantos deseos de dormir en la noche.

Es cierto que todos los organismos son diferentes, pero si eres consciente de la necesidad de un descanso reparador con seguridad intentarás minimizar los factores externos que modifican tus horarios nocturnos. Dormir bien garantiza un nuevo día con tus capacidades físicas y mentales activas y listas para llevar a cabo cada tarea.

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