El contagio de enfermedades a través de virus cada vez llama más la atención. ¿Qué hacer para prevenirlo? Una de las recomendaciones es limpiar a profundidad y desinfectar los espacios que habitamos. La casa es uno de ellos. ¿Cómo hacerlo? Te lo contamos:
Lo primero que es necesario tener en cuenta es que no es lo mismo limpiar bien que desinfectar. El primero, se traduce en que los espacios luzcan relucientes y sin suciedad aparente; el segundo hace referencia a ir a aquellos rincones imperceptibles a la vista para eliminar de allí la mugre acumulada, combatiendo al máximo virus y bacterias. También lo conocemos como limpieza profunda.
En los hogares hay algunos espacios que hacen más necesaria una revisión con cuidado y una desinfección detenida. A continuación un listado de ellos e instrucciones de cómo lograrlo.
Los baños y la cocina: sin lugar a dudas estos son los dos espacios que mayor atención necesitan. El cloro y el amoniaco son fundamentales para lograr la desinfección en estos casos. Es por eso que es recomendable revisar que los productos que utilizas los contengan.
Presta especial atención a las cabinas de ducha, grifos, ropa, toallas, radiadores, lavamanos, pocetas; limpia los armarios por dentro, aspira los estantes, los cajones y todos los interiores y las puertas con tu spray desinfectante.
Además, ten en cuenta que “ahora que está todo el mundo trabajando y estudiando desde casa, habrá que limpiar la cocina un par de veces al día. Lo bueno es que una limpieza inteligente y bien enfocada funciona”, asegura Brian Sansoni, vicepresidente de comunicaciones del Instituto Estadounidense de Limpieza.
Sofás y ropa de hogar: todos en la casa tenemos contacto con estos objetos. Por eso es fundamental limpiarlos a profundidad y desinfectarlos. No sea que se conviertan en foco de transmisión de virus y bacterias.
¿Cómo hacerlo? Si el sofá tiene funda, quítala y desinféctala en la lavadora. En caso contrario, límpialo con un paño y con un producto especial para tapicería.
Esta tarea consiste en limpiar a conciencia todos los textiles del hogar que se puedan meter en la lavadora, como cortinas, ropa de cama, fundas de almohada o toallas de baño, siguiendo siempre las recomendaciones de las etiquetas.
En caso de que esté permitido, añade un poco de cloro al agua, esto terminará por eliminar cualquier residuo que quede allí.
Ventanas: límpialas por dentro y por fuera. Te recomendamos hacer una mezcla con amoniaco pues te servirá tanto para desinfectar como para desengrasar.
Otra alternativa a este producto es el vinagre, que además aporta brillo. Solo tienes que diluirlo en agua caliente. El ácido acético, componente principal de éste, te permitirá una desinfección a profundidad.
Otros elementos del hogar: recuerda limpiar y desinfectar a diario los elementos con los que tienes múltiples contactos como las puertas, toallas, teléfonos, controles… Es esencial limpiarlos con amoniaco o alcohol para desinfectar.
En casas donde alguna persona sea portadora de un virus:
Pon especial atención a las siguientes recomendaciones:
– Ubica un cubo de basura en la habitación del paciente con tapa automática y bolsa en su interior con cierre hermético para alojar los residuos.
– Utiliza mascarilla y guantes para limpiar.
– Limpia con mezcla que tenga una parte de cloro por cada 50 mililitros de agua.
– Limpia diariamente todas las superficies de contacto frecuente: picaportes, mesas, interruptores, grifos, inodoros, teléfonos y teclados.
– Lava la vajilla con agua caliente y jabón.
– Lavar la ropa del paciente aparte del resto de ropa de los habitantes del hogar. Hazlo con el jabón habitual y a una temperatura de entre 60 y 90 grados.
Si sales a hacer mercado, ten en cuenta:
Limpia los recipientes no porosos: es posible que un recipiente no poroso (de cristal o de metal) tenga virus de una persona que haya estado en contacto con estos. Puedes usar toallitas o desinfectante para limpiar las latas, las botellas y los vasos.
Cambia de recipiente algunos alimentos: A veces conviene pasar algunos alimentos, como los cereales integrales, las legumbres y la pasta, a recipientes limpios.
Lava los alimentos igual que siempre: aún no se conoce ningún caso de contagio de virus como el COVID-19 a través de la comida, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Los virus respiratorios no suelen reproducirse a través del tracto digestivo, señala este estudio. No obstante, nunca está de más tener un poco de cuidado.