Las defensas son las encargadas de mantenernos sanos. Por estos días nuestras defensas se pueden ver afectadas por el estrés y la ansiedad que podemos estar manejando.
¿Es posible saber cuándo están abajo las defensas? Claro que sí, cuando esto sucede nuestro cuerpo presenta síntomas como escalofríos, malestar, fiebres, desaliento o cansancio excesivo. A veces, algunas infecciones se vuelven frecuentes, una diarrea dura más de lo normal o tenemos vómitos y náuseas constantes.
Según la Organización Mundial de la Salud el virus de la gripe, que se ha convertido en algo tan común para nosotros, siempre está mutando para buscar la forma de escapar a nuestras defensas inmunológicas. Datos de la OMS confirman que “la gripe estacional mata a unas 650.000 personas cada año”, es decir, que no podemos subestimar los síntomas de la gripa pues así no esté asociada a una pandemia requiere siempre de un cuidado especial.
Sin embargo, somos conscientes de que podemos lograr que nuestras defensas permanezcan altas y así nuestro cuerpo tenga mejor capacidad de reacción. Te contamos entonces cómo lo puedes lograr:
1. Alimentación: una dieta saludable es primordial a la hora de estar en óptimas condiciones físicas. Lo ideal es comer lo mejor que puedas y con productos orgánicos, evitar los azúcares refinados y los alimentos procesados. Así, nuestro cuerpo tiene suficiente energía para enfrentar cualquier batalla contra los gérmenes.
2. Hidratación: el consumo de líquidos es muy importante pues estar deshidratados lleva a que tengamos un daño orgánico más temprano y más acelerado.
3. Medicamentos: lo más fácil y habitual cuando se bajan las defensas es recurrir al consumo de medicamentos o suplementos vitamínicos, pero te recomendamos hacerlo de manera natural consumiendo alimentos que le ayudan a nuestro sistema inmunológico como frutas y vegetales.
4. Deporte: La actividad física es importante para tu organismo y sirve para elevar la temperatura del cuerpo, evitando así la aparición de resfriados.
5. Relajación: Intenta practicar alguna actividad que te guste y te haga sentir bien contigo y con el mundo que te rodea. Cocina, medita, canta, baila, porque ese tiempo de ocio ayuda a que sientas más tranquilidad y además te diviertas.
Un estilo de vida responsable, acompañado de una rutina constante de ejercicios y espacios lúdicos para compartir con tus seres queridos son clave para mantener altas las defensas de tu organismo.