Fatiga del comportamiento

Personas valorando las experiencias y productos que permitan obtener tranquilidad y equilibrio. Se cambian los hábitos de los ciudadanos, ya no se saluda de beso, abrazo, se evitan reuniones en espacios físicos, se trabaja desde la casa, hay prevenciones para caminar en la calle y lavarse las manos y limpiar se vuelven hábitos fundamentales en la cotidianidad.Estar en una situación de aislamiento ha llevado a que las personas se les incremente la sensación de angustia y desequilibrio, son respuestas normales ante una situación de crisis, pero hace evidente la necesidad de recuperar el equilibrio y tranquilidad.

Lo anterior lleva a un alto consumo y búsqueda de productos que ayudan a mejorar el ánimo, relajar y aliviar el estrés o ansiedad. Las empresas y las marcas tienen el reto de mejorar el bienestar mental de las personas, mitigando la presión que esta generando el estilo de vida actual.La vida social cambia a espacios virtuales. Al final permitirá que seamos mejores personas y que valoremos las experiencias y productos que permitan obtener tranquilidad y equilibrio.