El futuro de la movilidad en las ciudades ya está en marcha y, aunque quizás no de la mano de los autos voladores que alguna vez el imaginario social proyectó, sí se comenzaron a trazar tendencias mundiales que definen las ciudades que vendrán.
En Latinoamérica, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, ocho de cada diez personas viven en las ciudades. De allí surge la necesidad de iniciar procesos para mejorar la calidad de vida urbana con foco, tanto en la ecología medioambiental y de cambio climático, como en la sostenibilidad urbana.
Los vehículos eléctricos aparecen entonces como una de las acciones aplicables para incrementar la eficiencia tecnológica de los sistemas de transporte de las ciudades. Poco a poco, todos los países de Latinoamérica comienzan a incrementar el patentamiento y la adquisición de autos eléctricos.
En Argentina, por ejemplo, según cifras del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), la cantidad de autos eléctricos patentados durante el primer semestre de 2022 creció un 28% respecto al mismo período de 2021. En Chile, por su parte, la Asociación Nacional Automotriz de Chile A.G. (ANAC) estableció un incremento del 189% en las ventas de autos eléctricos o híbridos.
En Brasil, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA), en el acumulado enero-junio se registraron 20,462 unidades electrificadas. Colombia registró 13,767 matrículas nuevas de vehículos electrificados y aumentó su participación del 14.1% al 20.5% en la región, mientras que México alcanzó las 22,192 unidades según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Las cifras muestran una tendencia en crecimiento a pesar de que los altos costos de venta son una de las principales barreras de entrada. “Lo que vemos a través del Observatorio de Sura es que muchas marcas no tradicionales del sector automotriz están empezando a incursionar en ese mundo tecnológico para ser a futuro importantes competidores en la nueva movilidad sustentable”, sostiene Hernán Alejandro Giraldo, Director de Movilidad en Seguros SURA.
Son muchas las diferencias que existen entre un auto eléctrico o híbrido y uno de combustión tradicional. Un auto eléctrico no funciona con motores de combustión interna quemando combustible de gasolina o diésel, sino que es impulsado por la energía eléctrica que se almacena en sus baterías recargables. Un auto híbrido, por su parte, es aquel que tiene un motor de combustión y un motor eléctrico que funcionan juntos para impulsarse mutuamente.
Beneficios del uso de autos eléctricos
Dentro de las ventajas del uso de autos eléctricos para circular en las ciudades se destaca, por un lado, el impulso del uso de energía limpia, al dejar de lado los combustibles fósiles y la posibilidad de recargar las baterías de los vehículos en el hogar, utilizando, incluso, energías renovables.
Pero, además del ahorro de combustible, este tipo de auto también tiene menos costos de mantenimiento, ya que los vehículos totalmente eléctricos no necesitan algunas tareas de mantenimiento regular que sí son obligatorias en los vehículos tradicionales.
“La diferencia que hay en el mantenimiento entre un auto eléctrico y un auto a combustión interna o autos tradicionales, radica en el motor. El motor del auto tradicional a combustión interna tiene un montón de componentes que están todo el tiempo rozando entre sí y generan un desgaste que, tarde o temprano, hay que mantener y reparar. Con el auto eléctrico no sucede eso”, explica Gustavo Andrade, experto en Eco-tecnología de Vehículos.
El especialista agrega: “A los autos eléctricos tampoco hay que cambiarle bujías ni inyectores, ni reparar el caño de escape, ni sus filtros, ni el aceite del motor. Tampoco los frenos porque, si bien los autos eléctricos tienen los mismos frenos que los autos tradicionales, se les ha agregado un sistema de frenada regenerativa en la que se aprovecha la desaceleración del auto para mover un generador interno que tiene y, con eso, cargar la batería. Así, se genera que el freno se desgaste menos”.
¿Cuál es la rutina de mantenimiento de un auto eléctrico?
Si bien la tasa de desperfectos de un auto eléctrico es mucho menor que un auto a combustión interna, es importante establecer una rutina de cuidado para garantizar su correcto funcionamiento y durabilidad.
“El auto eléctrico no tiene motor, por lo que la revisión de esa parte del vehículo queda totalmente obsoleta. Lo que sí es necesario hacer una vez por año, o cada 15 mil kilómetros (lo que primero ocurra), es un service para revisar frenos, alinear y balancear neumáticos, reemplazar cada dos años el líquido de frenos y realizar un escaneo electrónico anual para verificar la parte electrónica del auto y actualizar los softwares y sistemas”, aporta Andrade.
En este sentido, al no ser necesarias todas las tareas de mantenimiento propias de los motores de combustión interna, que es el principal generador de fallas y desperfectos, el costo del mantenimiento de un auto eléctrico es drásticamente menor. El ahorro también se genera en cuanto al combustible. Si bien este ítem no está directamente relacionado con la rutina de mantenimiento en sí del vehículo, sí lo está con su uso y funcionamiento diario.
“Un motor eléctrico tiene una eficiencia energética casi del 90% contra una eficiencia energética de un 30% de un motor de combustión interna. Esto quiere decir que de diez partes de energía que utiliza un motor eléctrico, nueve partes pueden ser transmitidas a las ruedas. En cambio, de diez partes de energía de un motor de combustión interna, solo tres pueden ser transmitidas a las ruedas y el resto se pierde en movimientos internos”, añade Andrade.
La transición rápida y eficiente hacia el uso de vehículos eléctricos en las ciudades latinoamericanas durante las próximas décadas dependerá de varios factores. Entre ellos, se destacan los incentivos financieros y no financieros que apliquen los estados y las empresas, las regulaciones ambientales de cada territorio, la infraestructura de carga para el uso de autos eléctricos y la promoción de las industrias locales.
“Los latinoamericanos no creemos que estamos en un grave problema de movilidad sustentable y ello nos ubica frente a grandes desafíos tanto culturales como legislativos. Pero creo que lo principal para lograr un verdadero cambio en movilidad sustentable en nuestras ciudades es tener como horizonte qué es lo que se busca resolver con ese nuevo paradigma que buscamos aplicar”, concluye Hernán Alejandro Giraldo.
La transición hacia nuevos modos de vivir en las ciudades es un esfuerzo que deben realizar en conjunto ciudadanos, gobiernos y empresas. Desde Seguros SURA, acompañamos este proceso de transformación a través del aporte de información confiable para, de esta manera, lograr cambios que sean beneficiosos para las sociedades y perdurables en el tiempo.
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