Elegir el lugar donde desarrollaremos nuestras tareas laborales, trae consigo retos y oportunidades para nuestra movilidad. Podremos llevar a cabo nuestra jornada desde casa, en un café, en la playa o en diferentes espacios según nuestra disposición o posibilidad. Conocerlas y estar informados, nos asegura de vivir una experiencia profesional más autónoma.
La característica principal por la que es conocido el teletrabajo suele relacionarse con la realización de tareas contractuales que pueden ejecutarse fuera de un espacio común, asociado al empleador. Sin embargo, no todas las formas de empleo, por fuera de una oficina, se sitúan en una única modalidad. En este sentido La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) define:
Aunque la expresión «trabajo a domicilio» suele utilizarse como sinónimo de teletrabajo y la mayoría de los teletrabajadores trabajan efectivamente en o desde el domicilio, no debería considerarse que esos términos son equivalentes.
“Por otra parte, el término «teledesplazamiento», si bien es el más utilizado indistintamente con teletrabajo, en sentido estricto se aplica exclusivamente a las modalidades de trabajo que dispensan a los trabajadores de desplazarse a los lugares de trabajo habituales de sus empleadores al menos parte del tiempo de trabajo”.
Cualquiera que sean los factores que influyen en la propia experiencia de trabajo remoto, sea por apropiación de las TICs, el tiempo empleado, el lugar que se elige para hacerlo o por logística, la definición de teletrabajo se aleja de ser común o exclusiva y varía según las modalidades identificadas, a partir de las formas particulares adoptadas por cada trabajador en su experiencia.
Para dar muestra de ello, estas son cuatro de las modalidades identificadas por la OIT :
Escritorio multiusuario: El trabajador trabaja a distancia una parte o la mayor parte del tiempo, y el resto del tiempo en la oficina principal.
Los teletrabajadores móviles: que trabajan al menos diez horas por semana fuera del establecimiento principal, inclusive sirviéndose de sus teléfonos móviles durante sus desplazamientos.
El teletrabajo complementario: que ejecutan personas que trabajan puntualmente a domicilio tras la jornada laboral o los fines de semana, normalmente para cumplir los plazos en los períodos de mucho trabajo.
Oficinas colaborativas: Se trata de entornos de trabajo virtuales en los que los trabajadores pueden trabajar en colaboración desde distintos lugares gracias a una red informática.
Independiente a la modalidad que nos corresponda, la movilidad se sitúa como una característica indispensable del teletrabajo. Ésta, según lo entiende SURA, “no solamente es la forma en que nos movemos hacia objetos, bienes o servicios, sino la manera en la que ellos se desplazan hacia nosotros”. Desarrollar nuestras actividades laborales, en un mundo que cambia, es asegurarnos de vivir una experiencia profesional con mayores beneficios.